Estados Unidos se expandió territorialmente en la primera mitad del siglo XIX, adquiriendo nuevos territorios en compras y guerras que contribuyeron a forjar su identidad. Sin embargo, la esclavitud llevó a la Guerra Civil entre el norte abolicionista y el sur esclavista de 1861 a 1865, lo que condujo a la abolición de la esclavitud pero dejó heridas que persistieron durante la Reconstrucción. Estados Unidos eventualmente se consolidó como una potencia mundial líder a través de este proceso histórico de expansión