Este documento describe una conversación que Ani tuvo con su amiga de la infancia Nuria a través de Facebook. Comparten recuerdos felices de pasar los veranos juntos en el pueblo cuando eran niños, antes de la existencia de teléfonos móviles, internet u otras tecnologías. Describe las actividades simples que disfrutaban como ir en bicicleta, nadar, pasear por las noches y asistir a fiestas. Aunque ahora la tecnología controla más sus vidas, Ani concluye que es mejor unir

1. En colacción con el facebook, es una maravilla, que te puedas encontrar
con gente que igual hacia 20 años, o ,mas que no sabias nada de ella;
eso me esta pasando, aunque no soy muy asidua a ello, pero cuando me
llega un mensaje de que tal persona me ha localizado, en cierto modo me
emociono. Hace unos días, se puso en contacto conmigo mi amiga Nuria,
ella fue una buena amiga del fin de mi infancia y de mi adolescencia, ella
iba al pueblo de Madrid, a pasar las fiestas y temporadas en verano, y
yo afortunadamente, pasaba todo el verano en el pueblo.
En cuanto nos daban las vacaciones mi madre hacia las maletas y
para ya hasta septiembre. Y como mi amiga me comentaba, que bien lo
pasábamos, y no teníamos móviles, ni tuenty, ni ordenadores...., todo
el santo día en la calle. Por la mañana con la bici, o a los recados que
te mandaba tu madre, o a la piscina, que en mi adolescencia era la de
la quintería, allí echábamos muchos días. Y por la tarde verano azul
y guardar la siesta, que nos obligaban las madre, aunque a veces las
despistábamos y nos íbamos otra vez a la piscina. Y luego las noches
de verano en el pueblo, el paseo, o la quintería, no había mas, pero solo
con estar con tus amigos y pasear hasta la pileta, o a veces más allá
ya eramos felices. Y en fiestas ni te cuento, desde por la mañana en
las procesiones de San Panta y luego a los convites que se hacían en
casa, o en el salón del lobo... y claro las noches de fiestas, a los coches

2. de choque, o a darle un poquillo al calimocho (que el botellón no lo han
inventado ahora). Y la noche del encierro a aguantar como se pudiera
hasta que venían los toros... como se puede comprobar no ha cambiado
mucho.
Y a lo que iba, ahora estamos controlados con tanto adelanto, en el
pueblo quizá no, pero en Madrid si te dejas el móvil en casa, te inquieta
pensar que algo pase y no te localicen, y con tanto mail, facebook, a
lo único que nos lleva es a la falta de privacidad, pues todo el mundo
acaba sabiendo todo de ti. De todas formas como no podemos parar los
avances, mejor nos unimos a ellos y los disfrutamos, un saludo, Ani.