El documento argumenta que los jóvenes deben ser exigentes con la sociedad para lograr una participación responsable que les permita tener influencia sobre las generaciones mayores con nuevas propuestas e ideas. Actualmente, los políticos ven a los jóvenes como una contribución mínima y tratan de evitar su participación, aunque los jóvenes buscan oportunidades para cambiar problemas como la violencia y las drogas. Para ser exigentes, los jóvenes deben tener confianza en sí mismos y ver a los mayores como guías más que figuras