2. • Hay algo que molesta, siempre molestó y no es algo que venga
desde afuera, es como una incomodidad; un agujero sin fondo,
una ansiedad; algo a lo que quiero llegar pero no puedo.
• ¡Algo a lo que quiero llegar pero no puedo porque no existe!
• ¿Y por qué quiero alcanzar lo que no existe? Eso molesta.
• Molesta la molestia, ¿se puede calmar esta ansiedad?, ¿se
calma?
• Siento un malestar, pero sobre todo, siento. Eso es lo
importante, es un malestar en el cuerpo, pero en el cuerpo no
tengo heridas
• ¿Qué es esta herida en el cuerpo que es sin cuerpo y que no
puede calmarse?
3. • Angustia viene de Angosto (angustus) pero, ¿qué es lo que
se angosta?
• Vivimos en un mundo que tiene respuestas para todo y, sin
embargo, siempre hay algo que no cierra; algo queda
abierto (sin responder) y lo abierto “molesta”.
• Molesta porque no puede ser comprendido.
• ¿Es la angustia algo que podemos resolver o es un rasgo
esencial de nuestra condición humana?
• ¿Se puede resolver la angustia?¿Se debe?
• ¿Es la angustia un estado psicológico o filosófico?
• ¿Por qué huimos de la angustia,?¿nos duele o nos hiere?
• ¿Podemos morirnos de angustia o es al revés y nos
angustiamos cuando nos damos cuenta que nos vamos a
morir?
• Y por eso ¿qué tiene que ver la angustia con la muerte?
Angustia, óleo sobre lienzo de August Friedrich Schenck (1878)
4. ¿Qué es la angustia?
• Solemos oponerla a la felicidad, como si ser feliz
fuera no tener ningún tipo de problemas pero, ¿se
puede vivir sin problemas? o ¿no es propio de la
condición humana problematizarlo todo?
• ¿En tanto seres humanos qué nos angustia? Nos
angustia la conciencia última del sin sentido de
todo; nos angustia la extrañeza de estar siendo y
la peor extrañeza de dejar de ser dentro de muy
poco.
• Nos angustia que en el fondo, las preguntas más
fundamentales no tengan respuesta. Nos angustia
el haber nacido para morir. Nos angustia que haya
cuando pudo no haber habido nada.
• ¡Nos angustia la nada!
5. • Nos angustia el estar sumergidos en una
cotidianeidad que incluye esta clase,
esta pizarra, estas mesas y estas sillas
estas tareas pendientes; la organización
sistemática del día para realizar el
sentido de la vida que creemos haber
elegido; el paso inexorable del tiempo; el
advenimiento ineludible de la muerte; el
dejar de ser.
• Realmente, ¿tiene sentido todo esto que
estamos haciendo? Si al final de cuentas,
nacemos para morir.
6. • Pero, ¿por qué hay que pensar en todo esto?
Pensar en esto es hacer filosofía.
• La filosofía no nos hace más felices, la filosofía
angustia. Nos hace golpear contra nuestras propias
limitaciones, interrumpe el fluir de una
cotidianeidad donde todo funciona y pone todo
entre paréntesis: Apuesta a la pregunta.
• La pregunta por el "por qué", la pregunta que
cuestiona y frente a cada nueva respuesta sigue
preguntando por qué, la pregunta que deja
siempre todo abierto.
• Es que lo abierto angustia, lo cerrado angustia,
TODO ANGUSTIA, el todo nos angustia, LA NADA
NOS ANGUSTIA.
7. 1. Soren Kierkegaard
(1813-1855)
• ¿Qué es la angustia? “El momento previo a la decisión. El saber que
puedo elegir”, dice Kierkegaard
• Después de tomar la decisión tendré miedo, culpa, arrepentimiento,
alegría, pero ya no angustia.
• La angustia, dice Kierkegaard, es ese momento en el que soy consiente
de ser pura posibilidad. El momento previo en el que me doy cuenta que
puedo elegir entre diferentes alternativas; y que tengo que elegir
aunque no quiera.
• Preferiríamos no tener que elegir, pero no podemos. Estamos obligados
a tener que elegir todo el tiempo y eso nos angustia.
• Mi libertad se vuelve insoportable. ¡Puedo decidir!
8. FATAL PARADOJA: “Se nos
impone tener que elegir”
• No se angustian los perros ni los androides; se angustia este ente
tan extraño que Martín Heidegger (1889-1976) define como:
“proyecto”.
• Posibilidad siempre abierta , pura posibilidad. Todo el tiempo
tenemos que elegir, no podemos no hacerlo.
• Lo que angustia es la posibilidad de poder, ¿por qué? Porque se
puede elegir mal.
• Se puede elegir el “pecado”, dice Kierkegaard, pero no importa a
qué llamemos pecado; pecar es desperdiciar la existencia.
• Ya no hay angustia una vez que se peca, sino justamente antes del
pecado, cuando se sabía que era posible elegir y que era posible
elegir mal.
9. • Entiende que “Cuando más se radicaliza la angustia,
mejor es” (Kierkegaard). La angustia es conciencia de que
no hay escape. No sirve meditar, trabajar, festejar, no
sirve enamorarse porque en el fondo todo es nada.
• Y cuando más comprendemos que lo humano no lo
puede todo más nos angustiamos.
• ¿Por qué dice Kierkegaard que la angustia es mejor?
• Y, sin embargo, es en ese abandonarse es donde
podemos vislumbrar una salida. Una salida religiosa para
Kierkegaard.
• Es que siendo humanos solo nos cabe la angustia, por eso
desangustiarnos supone creer que hay algo más. ¿De qué
sirve todo esto si igual al final todos nos vamos a morir?
10. 2- Miguel de Unamuno (1864-
1936)
• ¿Qué es la angustia? Es el resultado de la contradicción entre
nuestra voluntad que no quiere morirse y nuestra cabeza que
sabe que eso es imposible.
• “La vida es como una gran tragedia” dice Unamuno.
• Cuando se habla de la muerte, sobreviene la angustia, porque
sabemos que la inmortalidad es imposible. ¿Nunca se
preguntaron por qué si somos mortales no queremos morir?
• No tiene explicación, la ciencia, la razón no lo pueden explicar.
• Para Unamuno Dios existe y la prueba es que tenemos “hambre
de él”.
• Deseamos que esto no se termine y como no hay ningún
razonamiento lógico que pueda explicar este deseo, entonces se
abre una nueva posibilidad para lo divino.
11. • Hay algo que molesta y esta molestia se vuelve
“cuerpo”. Hay una falla que queremos extirpar, una falla
de fabrica: “nacimos mortales, pero queremos
remediarlo”.
• Todo lo que hacemos, nuestras practicas, nuestros
vínculos, nuestras instrucciones, el mundo con sus
objetos, todo parece estar hecho para dotar de sentido
a la existencia.
• Y sin embargo, hay momentos en los que este gran
“pacto” hace eclosión.
• Tomamos una distancia indebida desde la que
observamos todo lo que nos rodea y a nada le
encontramos sentido.
12. Acedia, Tedio (el pecado de la flojera
espiritual)
• Nos vemos rodeados de cosas y justamente al percibirlas
como cosas, nos damos cuenta que algo del sentido se
esfumo y nos sentimos vacíos o ni siquiera aptos a
emprender una acción para ver si algo nos satisface.
Caemos en un estado de insatisfacción permanente; de
ansiedad sin objetivo; de aburrimiento esencial.
• Los medievales llamaban a esta sensación con el nombre
de Acedia, Tedio.
• Es una mezcla entre decidía y pereza. Tedio existencial.
No aburrimiento por esta acción o por estos vínculos o
por este trabajo; sino aburrimiento por todo, por estar;
por el hecho de tener que ser.
13. 3. Martin Heidegger (1889-
1976)
• ¿Qué es la angustia? Es la sensación de estar perdidos.
Cuanto más lleno está todo, más sensación de que todo en
definitiva, todo es nada. Si el tedio es tedio ante el todo,
para Heidegger la angustia es angustia frente a la nada (el
ser no es absoluto).
• Él sostiene que la angustia es una cuestión ontológica ya
que no es un problema que se resuelve, sino que hace a
nuestra condición humana.
• No se cura ni se combate, se asume y se resignifica. Las
cosas se nos presenta en un temple, en un estado de
animo. No somos una cabeza abstracta que solo
comprende; sino que todo el tiempo nos vemos afectados.
• La angustia es uno de los temples claves para Heidegger, ya
que nos hace patente nuestra finitud.
• La angustia nos recuerda, permanentemente, que nada es
absoluto ni definitivo. ; nos descentra, nos baja del
pedestal.
14. • Por eso, cuando adviene la angustia todas las cosas
pierden sentido, presencia, valor. Se desvanecen. Se
vuelven meras formas. Fantasmas.
• ¿De qué sirve este contrato, este trabajo, esta
alegría? Si todo, en definitiva TODO al final se
termina.
• La nada no nos revela que nada es, sino al contrario,
nos muestra que el ser no es absoluto. Todas las
cosas que nos rodean se enflaquecen, pierden
espesura, ya que en el fondo por ser finitas, no son
nada.
• La angustia, para Heidegger, nos coloca en otra
relación con las cosas, les quita peso, las vuelve
superfluas.
15. Conclusión
• Para huir de la angustia, nada mejor que
sumergirnos en la cotidianeidad y creer que nos
podemos realizar en sus practicas, en sus
instituciones, en sus vínculos, en sus cosas.
• Pero las cosas solo nos postergan, disimulan que al
final todo siempre se desvanece. ¡Eso angustia!
• Por suerte, ya que nos devuelve la pregunta por el
sentido. ¿para qué existimos?
• “El ser humano es un ser para la muerte” – Martín
Heidegger –
16. • Hay algo que molesta: LA NADA.
• Somos esa molestia, somos nada. La angustia nos
devuelve a ese estado imaginario donde todo se
vuelve improductivo. La angustia es improductiva.
Nos detiene.
• Nos saca del mundo de objetos donde estamos
arrojados. Objetos que hacen lo posible para que la
angustia se disipe y olvidemos nuestra condición.
• Dice Nietzsche que el desierto crece, pero ¿cuál es
el desierto? El vacío, la nada.
• Pero ¿si es al revés? Si hay más vacío en un mundo
repleto de objetos.
• ¿Y vivir rodeado de objetos no oculta lo abierto?
¿Se puede seguir viviendo sabiendo que en el fondo
nada tiene sentido? ¿Y esa conciencia nos deprime
o nos libra?