La Biblia está compuesta de varios libros escritos por diferentes autores a lo largo de 1500 años, divididos en el Antiguo y Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento fue acumulado por el pueblo judío desde Moisés, mientras que las cartas de Pablo son los escritos más antiguos del Nuevo Testamento. A pesar de sus diferentes orígenes, la Biblia no contiene contradicciones y proclama al mismo Dios y camino de salvación a través de Jesucristo.