La conquista romana de la Península Ibérica se produjo en tres fases principales entre los siglos III a.C. y I a.C. Primero, los romanos lucharon contra los cartagineses por el control de la región costera mediterránea. Luego, sometieron a los celtíberos y lusitanos del interior. Finalmente, sometieron a los cántabros y astures de las montañas del norte. La romanización resultó en la adopción generalizada de la lengua, cultura y derecho romanos, además del