La dieta mediterránea es saludable y recomienda ejercicio diario, una alimentación baja en grasa y alta hidratación. Propone una pirámide alimenticia con desayunos que incluyen leche y cereales, comidas principales como arroz a la cubana y ensaladas, y cenas ligeras como puré de calabacín y salmón. Siguiendo esta dieta se obtienen resultados positivos para la salud.