Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
CrisisLaEsmeralda
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CAMINANDO HACIA EL SÍNODO PANAMAZÓNICO
“Amazonía: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”
PRESENCIA de las FMA en “LA ESMERALDA”
Inspectoría “S. Juan Bosco”
VENEZUELA
Internado - Escuela de base para indígenas y criollos - Escuela técnica - Cursos promocionales para
adultos - Cocina para los Salesianos y los internos
COMUNIDAD “MADRE ANGELA VESPA”
LA ESMERALDA – ESTADO AMAZONAS
INICIO DE LA OBRA
“Inauguración de la obra “La Esmeralda” hoy, siete de noviembre, Año del Señor 1974, bajo
el Pontificado de S.S. Paulo VI, y siendo Rector Mayor de la Sociedad Salesiana el Reverendo Don
Luigi Ricceri; Superiora General del Instituto de las F.M.A. la Rev Madre Ersilia Canta, Vicario
Apostólico S. Exc. Mons. Segundo García; Inspector Salesiano en Venezuela, el Reverendo Padre
Ignacio Velasco; Inspectora de las F.M.A. en Venezuela, la Reverenda Madre Sor Agustina Castro;
Presidente de la República, Don Carlos Andrés Pérez y Gobernador del Territorio Federal de la
Amazonía, el Dr Pablo Anduce, llegan las hermanas a esta nueva casa Misión en el lugar llamado
“La Esmeralda”, situada en la inmensa llanura del majestuoso “Duida” y a la orilla del imponente
Río Orinoco.
De las cuatro hermanas destinadas a esta fundación llegan tres: Suor Angela Moneo
(Directora), Suor Giuseppina Ballarino, Suor Ligia Medina.
Esta nuestra residencia se llamará “Casa Madre Angela Vespa”, porque a ella se debe la
aprobación de la Obra: Internado para los Indios Guaicas. Esta fue una de sus últimas
preocupaciones antes de dejar el gobierno del Instituto y a ella le fue confiada, después de su
muerte, la posibilidad de encontrar el personal para cumplir su grandísimo deseo y en vista del gran
bien y del eficaz impulso que habría dado el internado: Obra misionera entre los Guaicas.
Que el Señor bendiga este nuevo campo de Misión, que la Virgen nos guíe en el trabajo y la
tan recordada Madre Ángela sea siempre nuestra Protectora”. (de la Cronhistoria de la Casa).
“LA ESMERALDA” HOY
La Unidad Educativa “La Esmeralda”,
ubicada en el Municipio Autónomo “Alto
Orinoco”, en su respectiva capital, del mismo
nombre que la escuela, atiende un número
aproximado de 300 estudiantes adolescentes, en
edades comprendidas entre los 11 y 20 años, de
los cuales unos 180 alumnos están bajo la
modalidad de “casa familia”, es decir, viven
internos en la escuela, durante todo el período
escolar, incluyendo fines de semana y días
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festivos, debido a la lejanía de sus comunidades de procedencia. Todos son indígenas, en su
mayoría pertenecen a los pueblos Yanomami y Ye’kuana, pero también hay Arawacos, Yeral,
Huotuja (Piaroa), Curripacos, Inga.
Nuestros estudiantes provienen de las siguientes poblaciones del Municipio Alto Orinoco,
asentadas en las riberas de los ríos Orinoco, Padamo, Cunucunuma y el Caño Iguapo: Kosh, Toky,
Sanema, Faruri, Cuwa, Alacrán, Watamo, Santa Lucia, Buena Vista, Jahamana, Konoñamaña,
Yanatuña, Arajameña, Sabanita, Ocamo, San Juan de Padamo, Witohi, Lechosa, Paila, Mavaca,
Mavaquita, Platanal, Sipoi, Mishimishi, Cunucunuma, Tamatama, Cejal, LauLao, Kiritare,
Puruname, Kariche, Bella Vista, San Antonio, Tabicure, Acanaña, Porvenir, Culebra,
Huachamacare, Mawhisiña. Y de otros municipios vecinos, Río Negro, Maroa. Motivo por el cual
deben recorrer largas distancias por el río para llegar a La Esmeralda. Además esto implica que en
dichas comunidades o en puntos cercanos a ellas, existen o existieron centros de educación
primaria.
El servicio de “casa-familia” que presta la Unidad Educativa La Esmeralda, surge como
respuesta a esta realidad geográfica que haría imposible el acceso a la Educación Media General de
los niños que terminan el ciclo de educación primaria y que no tienen familiares ni en La Esmeralda
ni en el caserío cercano de Tama Tama, donde funciona el Liceo Kamasso (sin internado). De no
ser por este servicio de “casa familia” los niños y adolescentes de las comunidades del municipio no
podrían acceder al sistema escolar, a menos que vivan como externos en La Esmeralda o Tama
Tama, o se vayan a vivir a otros municipios del Estado Amazonas, pero esto genera una serie de
complicaciones que se van agudizando con el paso del tiempo. Muchas veces los jóvenes que salen
del municipio a estudiar a Ayacucho, regresan frustrados al no superar el proceso de adaptación al
ritmo de la ciudad, pierden el tiempo y por consiguiente el año escolar, sin recursos económicos,
víctimas de la droga o de la delincuencia, y llegan a convertirse en un nuevo problema que
enfrentar.
Hoy la casa familia de la Unidad Educativa “La Esmeralda” se encuentra en una fuerte
situación de crisis, no tiene los recursos suficientes para responder a la demanda real. Primero
porque el número de internos es limitado y ha venido menguando debido a la dificultad de mantener
la casa familia y los pocos recursos con los que se cuenta y las pocas ayudas que se reciben por
parte de los entes gubernamentales.
Entre los problemas que pesan sobre el normal proceder educativo del municipio y por
consiguiente sobre la Unidad Educativa “La Esmeralda” – se puede señalar en primer lugar la falta
de alimentos, problema que ha aumentado del 2013-2014.
El pasado año escolar en la Unidad Educativa “La Esmeralda” no pudimos tener clases ni
en el mes de octubre ni en el mes de enero por la falta de alimentos. Y en los últimos quince días
del mes de junio el ambiente ha sido muy pesado y angustioso porque nuestro pedido de alimentos
no llegó a tiempo. En la última semana, los estudiantes han desayunado solo con yuca caliente y
han cenado con arroz blanco y agua. En este año la situación se ha agravado, y nos ha obligado a
CERRAR LA CASA FAMILIA hasta nueva orden, con la deplorable consecuencia de la pérdida
del año escolástico para aquellos niños indígenas (de una Relación al Ministerio del Poder Popular
para los Pueblos Indígenas, Febrero 2018).
En diciembre de 2017, la central eléctrica de la escuela y de la “casa-familia” se quemó,
dejándonos en una grave situación y haciendo aún más difícil el reintegro de los estudiantes a la
escuela. Sin electricidad resulta prácticamente imposible mantener el internado por todo lo que eso
implica, en primer lugar el servicio de agua. Como se sabe, en la ciudad no existe un servicio
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eléctrico estable, sino muy irregular, por tanto no se puede contar con este servicio público tan
necesario para vivir bien. La Comunidad de La Esmeralda afronta también otros graves problemas:
La falta de gasolina y de lubricantes. Las entregas de gasolina son cada vez más escasas y
la cantidad disminuye inexplicablemente. Si comprende como sin alimento y sin gasolina no
puede haber educación.
La falta de recursos materiales para el aprendizaje es otro punto neurálgico. Las escuelas
no disponen de recursos, ni siquiera papelería y mucho menos material deportivo y recreativo.
Mesas, sillas, escritorios se deterioran cada vez más. La escuela busca formas de auto-sostenibilidad
pero resulta siempre más difícil encontrar donaciones.
El ideal educativo puesto en la Constitución Bolivariana, en las Leyes y en los Derechos
Humanos, es una realidad seriamente puesta en discusión en el municipio del Alto Orinoco, desde
el momento en que parece que físicamente no solamente ha sido removido de los centros más
populares del país, sino también afectiva y efectivamente lejano, olvidado de los programas que
benefician al pueblo, que aparecen de vez en cuando, mientras las personas sufren de hambre,
miseria y abandono.
Comunidad actual.
En el centro sor Maria Cecilia Toro, a la derecha
sor Carmen Nohemi Telleria y a la izquierda
la Directora, sor Katiuska Rodriguez
Las diversas personas indígenas que hacen parte
del pueblo de La Esmeralda: yekuanas, yanomami,
yeral, warekena, creoli, ingas.