El documento habla sobre la fraternidad como un valor teológico y franciscano. Relata historias bíblicas como la de Caín y Abel y José y sus hermanos para mostrar cómo la envidia y el orgullo separan a los hermanos, mientras que Francisco de Asís enseñó a recuperar la unión entre los hombres viviendo simplemente y en comunidad. También destaca la fraternidad como un valor educativo que nos enseña a tratarnos con respeto y compartir de forma solidaria.