La Gran Esfinge de Guiza es una escultura monumental de un león con cabeza humana construida en el siglo XXVI a.C. en Egipto como parte del complejo funerario del faraón Kefrén. Mide unos 20 metros de altura y 57 metros de longitud. Se construyó tallando un montículo de roca caliza y originalmente estaba pintada de colores vivos. Tuvo templos asociados donde los egipcios le rindieron culto como guardiana de la pirámide real.