La mejor forma de planear las finanzas es proyectar los estados financieros y analizar cómo afectará el plan a las utilidades previstas y razones financieras. Las proyecciones también sirven para monitorear las operaciones una vez implementado el plan y detectar desviaciones. Es indispensable diseñar controles para ajustar el plan si los pronósticos económicos no se cumplen y aprovechar oportunidades si la economía es más fuerte de lo previsto.