1. La Milagrosa
Nací en el 1870 en una familia adinerada, mi padre era un estanciero que poseía grandes
terrenos y mi madre no trabajaba. Tenía 10 hermanos que fueron creciendo con el tiempo
hasta que se fueron a la ciudad a trabajar. Recuerdo de mi infancia que iba a un colegio de
monjas donde tenía mucho interés por aprender sobre los milagros, me parecían algo
sobrenatural pero interesante, siempre quise presenciar un milagro con mis propios ojos.
Hasta que eso pasó, un domingo en la calle desierta del pueblo Hawaiki en las horas de la
siesta, decidí salir a merodear. Pase frente a una casona abandonada, sus árboles sin hojas
con sus oscuras ramas, la puerta de la entrada rechinaba con el soplar del viento y la
construcción de la casa pertenecía a una vieja loca que se llamaba Cristina Aguilera que fue
asesinada por sus mismos hijos durante una guerra civil. La casa era enorme por donde la
vieras, está poseía 10 cuartos y una cocina grande y un sala de estar que tenía cabezas de
animales exóticos colgados en la pared y en su su mesa había un juego de porcelana china
sobre el centro. Después los cuartos distintos entre sí daban a un enorme pasillo, uno
estaba repleto de cosas de niña como muñecas de porcelana y un gran caballito de madera.
Los otros nueve cuartos de niños eran todos iguales entre sí lleno de pelotas de trapo de
todo tipo de color y tamaño. El cuarto principal estaba en el segundo piso de la casa el cual
era grande y tenía un placard de 2 metros de ancho y 3 de alto.
Apenas salí de la casa, mire al cielo y estaba nublado como para llover, a lo lejos se
escuchaban los truenos y se acercaba el anochecer, emprendí camino a mi casa que
quedaba muy lejos. Empezó a caer la lluvia que caía sobre la chapa de las casas humildes
de la zona, a medida que me acercaba a la zona del cementerio, el clima era más helado y
la niebla a mi alrededor era más espesa, mi visión se reducía cada vez más que me
acercaba. De repente escuché un gruñido como de un lobo, de repente recordé la leyenda
del familiar que se trataba de un un enorme perro negro como la muerte y feroz como todo
el mal del mundo. Sus ojos desprendían llamaradas de fuego y sus garras tenían la fuerza
de mil hombres, también arrastraba unas largas cadenas de hierro, papá me contó que un
señor hacía un trato con el familiar para que tenga prosperidad en su campo, a cambio de
eso el familiar se tenía que comer a un peón por año. Mire al frente y vi esos macabros ojos
rojos, me aleje despacio pero esa criatura sobrenatural se tiró sobre mí, caí al barro, me
intente liberar de él pero era muy pesado, ese animal me mordió en la mano y luego se
escabulló entre la niebla. Me puse a llorar desesperada y salí corriendo.
Cuando volví a casa le conté todo lo ocurrido a mis padres, pero ellos no me creyeron nada,
pensaron que era un rasguño de una rama del jardín, en cambio mis hermanos me cuidaron
y el mayor jeremías de 24 años me llevo a un medico y me diagnosticaron rabia, entonces
el con mis otros 8 hermanos decidieron cuidarme hasta que llegue el dia en que ellos me
tendrían que despedir.Pasó un invierno super frio y la herida era cada vez más grande,
luego un dia tipo dos de la mañana la niña murió de Rabia y a sus padres no les interesó
por los cual los 9 hermanos tuvieron que poner de su dinero para enterrarla en
una fosa de las mejores y todos los Octubre 11 los 9 hermanos iban a dejarle flores al altar
a su hermanita.