Este documento discute la importancia de la evangelización para la Iglesia y los franciscanos. Explica que Jesús transmitió la vocación de evangelizar a sus discípulos y la Iglesia, y que la misión evangelizadora es la identidad más profunda de la Iglesia. También describe cómo la evangelización contribuye al Reino de Dios a través de la transformación del hombre y la creación de un mundo justo y pacífico, y enfatiza el compromiso de los franciscanos con la evangelización integral, especialmente de los marginados.