Este documento discute tres puntos sobre la ley de Dios y la muerte de Cristo: 1) La muerte de Cristo no anuló la ley de Dios, sino que estableció su perpetuidad; 2) Sin ley no puede haber pecado, por lo que la ley sigue vigente; 3) La ley nos lleva a Cristo para la justificación a través de la fe. El objetivo es que los estudiantes comprendan estas verdades y decidan estar en armonía con la ley divina.