El documento describe la naturaleza humana de Jesús. Explica que Jesús tomó sobre sí la naturaleza humana caída pero no pecaminosa, para ser tentado como los seres humanos y vivir una vida sin pecado como ejemplo. Jesús experimentó todas las debilidades humanas pero resistió el pecado, demostrando que los seres humanos pueden obedecer a Dios a través de su poder.
2. La humanidad del Hijo de Dios es todo para
nosotros. Es la cadena áurea que une nuestra
alma con Cristo, y mediante Cristo, con Dios. Esto
ha de ser nuestro estudio. Cristo fue un
verdadero hombre. Dio prueba de su humildad al
convertirse en hombre. Sin embargo, era Dios en
la carne. Cuando tratemos este tema, haríamos
bien en prestar atención a las palabras
pronunciadas por Cristo a Moisés en la zarza
ardiente:
3. “Quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que
tú estás, tierra santa es”. Éxodo 3:5. Debiéramos
emprender este estudio con la humildad del que
aprende con corazón contrito. Y el estudio de la
encarnación de Cristo es un campo fructífero que
recompensará al escudriñador que cava
profundamente en procura de la verdad oculta.
{1 Mensajes Selectos 286.1}
4. Porque lo que era imposible para la ley, por
cuanto era débil por la carne, Dios,
enviando a su Hijo en semejanza de carne
de pecado y a causa del pecado, condenó al
pecado en la carne.
Rom 8:3
5. el cual, siendo en forma de Dios, no estimó
el ser igual a Dios como cosa a que
aferrarse,
sino que se despojó a sí mismo, tomando
forma de siervo, hecho semejante a los
hombres.
Filp 2:6, 7
"Cristo fue un verdadero hombre.”
{1 Mensajes Selectos 286.1}
6. Porque hay un solo Dios, y un solo
mediador entre Dios y los hombres,
Jesucristo hombre,
1Ti 2:5
7. Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los
espíritus si son de Dios; porque muchos falsos
profetas han salido por el mundo.
En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que
confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios;
y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha
venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del
anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y
que ahora ya está en el mundo.
1Juan 4:1-3
8. Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él
también participó de lo mismo, para destruir por medio de la
muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,
y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban
durante toda la vida sujetos a servidumbre.
Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió
a la descendencia de Abraham.
Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para
venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios
se refiere, para expiar los pecados del pueblo.
Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso
para socorrer a los que son tentados.
Heb 2:14-18
9. acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que
era del linaje de David según la carne…
"was made of the seed of David according to the
flesh"
Rom 1:3
seed = sperm
flesh = carne = naturaleza caída
10. Jesús fué hecho en todo semejante a sus
hermanos. Se hizo carne, como somos carne. Tuvo
hambre y sed, y sintió cansancio. Fué sostenido
por el alimento y refrigerado por el sueño.
Participó de la suerte del hombre, aunque era el
inmaculado Hijo de Dios. Era Dios en la carne.
{El Deseado de Todas las Gentes 278.2}
11. Pero muchos dicen que Jesús no era como nosotros, que no era
como nosotros en el mundo, que él era divino, y que nosotros no
podemos vencer como él venció. Pero Pablo escribe: “Porque
ciertamente [Cristo] no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a
la descendencia de Abraham. Por lo cual debía ser en todo
semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel
sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados
del pueblo. Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es
poderoso para socorrer a los que son tentados”. Hebreos 2:16-18.
“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda
compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue
tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”.
Hebreos 4:15-16.
{3 Mensajes Selectos 224.3}
12. La naturaleza humana del Hijo de María, ¿fue
cambiada en la naturaleza divina del Hijo de Dios?
No. Las dos naturalezas se mezclaron
misteriosamente en una sola persona: el hombre
Cristo Jesús. En él moraba toda la plenitud de la
Deidad corporalmente. Cuando Cristo fue
crucificado, su naturaleza humana fue la que
murió. La Deidad no disminuyó ni murió; esto
habría sido imposible.
{Exaltad a Jesus 70.2}
13. Me han llegado cartas que afirman que Cristo no
podría haber tenido la misma naturaleza que el
hombre, pues si la hubiera tenido, habría caído
bajo tentaciones similares. Si no hubiera tenido la
naturaleza del hombre, no podría ser nuestro
ejemplo. Si no hubiera sido participante de
nuestra naturaleza, no podría haber sido tentado
como lo ha sido el hombre. Si no le hubiera sido
posible rendirse ante la tentación, no podría ser
nuestro ayudador.
{1 Mensajes Selectos 477.2}
14. Él tomó sobre su naturaleza sin pecado
nuestra naturaleza pecaminosa, para saber
cómo socorrer a los que son tentados.
{Ministério Médico 237.3}
15. Vestido con las vestiduras de la humanidad, el
Hijo de Dios bajó al nivel de aquellos a quienes
deseaba salvar. En Él no hubo engaño ni pecado;
Él fue siempre puro e inmaculado; sin embargo,
tomó sobre él nuestra naturaleza pecaminosa.
{7A Comentário Bíblico Adventista 452.6}
16. Cristo es la escalera que Jacob vió, cuya base
descansaba en la tierra y cuya cima llegaba a la
puerta del cielo, hasta el mismo umbral de la
gloria. Si esa escalera no hubiese llegado a la
tierra, y le hubiese faltado un solo peldaño,
habríamos estado perdidos. Pero Cristo nos
alcanza donde estamos. Tomó nuestra naturaleza
y venció, a fin de que nosotros, tomando su
naturaleza, pudiésemos vencer…
17. Hecho “en semejanza de carne de pecado,” vivió
una vida sin pecado. Ahora, por su divinidad, echa
mano del trono del cielo, mientras que por su
humanidad llega hasta nosotros. El nos invita a
obtener por la fe en él la gloria del carácter de
Dios. Por lo tanto, hemos de ser perfectos, como
nuestro “Padre que está en los cielos es perfecto.”
{El Deseado de Todas las Gentes 278.3}
18. Cristo, en realidad, unió la naturaleza
ofensiva del hombre con su propia
naturaleza sin pecado.
{Review and Herald, Julho 17, 1900 par. 8}
19. Su naturaleza [de Cristo] humana era creada; ni
aun poseía las facultades de los ángeles. Era
humana, idéntica a la nuestra. Estaba pasando
por el terreno donde Adán cayó. El estaba en el
lugar donde, si resistía la prueba en favor de la
raza caída, redimiría en nuestra propia humanidad
la caída y el fracaso desgraciados de Adán.
{3Mensajes Selectos 145.4}
20. La perfecta humanidad de Cristo es la misma
que podemos tener por medio de nuestra
relación con Cristo. Al igual que Dios, Cristo no
pudo ser inducido a pecar, así como tampoco se
había podido quebrantar su lealtad en el cielo.
Pero al humillarse y adoptar nuestra naturaleza,
podía ser tentado. No había tomado la naturaleza
de los ángeles, sino la humana, perfectamente
idéntica a nuestra propia naturaleza, excepto
que en él no había mancha de pecado...
{El Cristo Triunfante 210.6}
21. Cristo tomó nuestra naturaleza, caída pero
no corrupta, y no habría de corromperse a
menos que aceptara las palabras de Satanás
en lugar de las palabras de Dios.
{El Cristo Triunfante 210.7}
22. Después de la caída del hombre, Satanás declaró
que los seres humanos habían demostrado ser
incapaces de guardar la ley de Dios, y procuró
arrastrar consigo al universo en esa creencia. Las
palabras de Satanás parecían ser verdaderas, y
Cristo vino para desenmascarar al engañador. La
Majestad del cielo se hizo cargo de la causa del
hombre y con la misma ayuda que puede obtener
el hombre resistió las tentaciones de Satanás así
como el hombre debe resistirlas…
23. Esta fue la única forma en la cual el hombre caído
pudo convertirse en participante de la naturaleza
divina. Al tomar la naturaleza humana, Cristo fue
hecho idóneo para comprender las pruebas y
dolores del hombre y todas las tentaciones con las
que es acosado. Los ángeles que no estaban
familiarizados con el pecado, no podían
simpatizar con el hombre en sus pruebas
peculiares. Cristo condescendió en tomar la
naturaleza humana y fue tentado en todo punto
como nosotros para que pudiera saber cómo
socorrer a todos los que fueran tentados.
{1Mensajes Selectos 295.1}
24. Cristo vino al mundo a contrarrestar la falsedad
de Satanás de que Dios había hecho una ley que
los hombres no podían cumplir. Tomando la
humanidad sobre sí, vino al mundo, y mediante
una vida de obediencia mostró que Dios no había
hecho una ley que los hombres no podían cumplir.
Demostró que era perfectamente posible que los
hombres obedezcan la ley. Los que aceptan a
Cristo como su Salvador, participando de su
naturaleza divina, pueden seguir su ejemplo,
viviendo en obediencia a cada precepto de la ley…
25. Mediante los méritos de Cristo, el hombre debe
mostrar por su obediencia que será digno de
confianza cuando esté en el cielo, que no se
rebelará. Cristo poseyó la misma naturaleza del
hombre. Fue tentado en todo tal como los
hombres. El mismo poder que le ayudó a
obedecer está a las órdenes del hombre.
{A Fin de Conocerle 291.2}
26. Satanás sostenía que era imposible que los
seres humanos pudieran guardar la ley de Dios.
A fin de probar la falsedad de esta denuncia,
Cristo dejó su elevado imperio, tomó sobre sí la
naturaleza del hombre y vino a la tierra para
colocarse a la cabeza de la raza caída, a fin de
mostrar que la humanidad podía soportar las
tentaciones de Satanás…
27. Se convirtió en la Cabeza de la humanidad, para
ser asaltado con tentaciones en cada punto, como
la naturaleza humana caída habría de ser tentada,
a fin de que pudiera saber cómo socorrer a los
que son tentados. Llevando nuestra naturaleza,
fue leal a la norma de justicia de Dios y obtuvo la
victoria sobre Satanás. Fue tentado en todo tal
como nosotros lo somos, pero sin pecado.
{Alza Tus Ojos 170.3}
28. Satanás declaró que era imposible que los hijos e
hijas de Adán guardasen la ley de Dios y así acusó
a Dios de falta de sabiduría y amor. Si ellos no
pudieran guardar la ley, entonces habría una falta
con el Legislador. Los hombres que están bajo el
control de Satanás repiten estas acusaciones
contra Dios, afirmando que los hombres no
pueden guardar la ley de Dios.
{ST, Enero 16, 1896 par. 2}
29. Satanás afirmó que los hombres no podían
guardar los mandamientos de Dios. Para probar
que ellos podrían, Cristo se convirtió en un
hombre y vivió una vida de perfecta obediencia,
una evidencia para seres humanos pecadores,
para los mundos no caídos y para los ángeles
celestiales, que el hombre podía guardar la ley de
Dios a través del poder divino que es
abundantemente ofrecido para todos los que
creen.
{Señales de dos Tiempos, Mayo 10, 1899 par. 7}
30. El Salvador llevó sobre sí las enfermedades de
la humanidad y vivió una vida sin pecado, para
que los hombres no teman que la flaqueza de la
naturaleza humana les impida vencer. Cristo
vino para hacernos “participantes de la
naturaleza divina,” y su vida es una afirmación
de que la humanidad, en combinación con la
divinidad, no peca.
{El Ministério de Curación 136.1}
31. Es el privilegio de cada creyente llegar a
poseer la naturaleza de Cristo, una naturaleza
muy por encima de la que Adán perdió por su
transgresión. El que contempla al Hijo por la
fe y cree en El, es obediente a los
mandamientos de Dios y en esa obediencia
encuentra la vida eterna.
{Alza Tus Ojos 16.3}
32. Él vino a este mundo para ser tentado en
todos los puntos como somos, para probar
al universo que, en este mundo de pecado,
los seres humanos pueden vivir vidas que
Dios apruebe.
{Review and Herald, Março 9, 1905 par. 4}
33. Jesús aceptó la humanidad cuando la especie se
hallaba debilitada por cuatro mil años de
pecado. Como cualquier hijo de Adán, aceptó
los efectos de la gran ley de la herencia. Y la
historia de sus antepasados terrenales
demuestra cuáles eran aquellos efectos. Mas él
vino con una herencia tal para compartir
nuestras penas y tentaciones, y darnos el
ejemplo de una vida sin pecado.
{O Deseado de Todas las Gentes 32.3}
34. Al tomar sobre sí la naturaleza del hombre en su
condición caída, Cristo no participó de su pecado
en lo más mínimo. Estuvo sujeto a las flaquezas y
debilidades que rodean al hombre, “para que se
cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando
dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades y llevó
nuestras dolencias”. Mateo 8:17. Fue conmovido
por el sentimiento de nuestras debilidades y fue en
todo tentado a nuestra semejanza. Y, sin embargo,
no conoció pecado. Fue el Cordero “sin mancha y
sin contaminación”. 1 Pedro 1:19.
{1 Mensajes Selectos 299.3
35. Aunque él sentía toda la fuerza de la
pasión de la humanidad, nunca cedió a la
tentación de hacer un solo acto que no
fuera puro, elevador y ennoblecedor.
{En los Lugares Celestiales 157.4}
36. No necesitamos retener ninguna inclinación
pecaminosa.
Al participar de la naturaleza divina, las
tendencias hacia el mal, heredadas y
cultivadas, son extirpadas del carácter, y nos
convertimos en un poder viviente para el bien.
{La Maravillosa Gracia de Dios 235.4}
37. Dios requiere en todo la perfección moral. Los
que han recibido luz y oportunidades como
mayordomos de Dios debieran perseguir la
perfección y jamás rebajar la norma de justicia
a fin de acomodarla a sus tendencias
heredadas y cultivadas hacia el mal. Cristo
tomó sobre sí nuestra naturaleza y vivió
nuestra vida para mostrarnos que es posible
para nosotros ser semejantes a él.”
{La Fe por la Cual Vivo 142.4}
38. Cristo dice a los descuidados, indiferentes, a los
que están al borde del precipicio de la ruina:
Abrid la puerta de vuestro corazón; dadme
entrada, y os haré hijos de Dios. Transformaré
vuestra débil y pecaminosa naturaleza a la imagen
divina, dándole belleza y perfección.
{A Fin de Conocerle 106.4}
39. En nuestra propia fortaleza, nos es imposible
negarnos a los clamores de nuestra naturaleza
caída. Por su medio, Satanás nos presentará
tentaciones. Cristo sabía que el enemigo se
acercaría a todo ser humano para aprovecharse
de las debilidades hereditarias y entrampar,
mediante sus falsas insinuaciones, a todos
aquellos que no confían en Dios…
40. Y recorriendo el terreno que el hombre debe
recorrer, nuestro Señor ha preparado el camino
para que venzamos. No es su voluntad que
seamos puestos en desventaja en el conflicto con
Satanás. No quiere que nos intimiden ni
desalienten los asaltos de la serpiente. “Tened
buen ánimo—dice;—yo he vencido al mundo.”
{El Deseado de Todas las Gentes 98.1}
41. Las propensiones que dominan el corazón natural
deben ser subyugadas por la gracia de Cristo,
antes que el hombre caído sea apto para entrar en
el cielo y gozar del compañerismo de los ángeles
puros y santos. Cuando el hombre muere al
pecado y despierta a una nueva vida en Cristo, el
amor divino llena su corazón; su entendimiento se
santifica; bebe en una fuente inagotable de gozo y
conocimiento; y la luz de un día eterno brilla en su
senda, porque con él está continuamente la Luz de
la vida.
{Hechos de los Apóstolos 221.2}
42. Él vino a este mundo y vivió una vida sin
pecado, para que, en Su poder, su pueblo
también pueda vivir una vida sin pecado.
{Review and Herald, Abril 1, 1902 par. 8}
43. Cuando Cristo curvó la cabeza y murió, Él llevó las
columnas del reino de Satanás con él a la tierra. Él
venció a Satanás en la misma naturaleza sobre la
cual, en el Edén, Satanás obtuvo la victoria. El
enemigo fue dominado por Cristo en su
naturaleza humana. El poder de la Divinidad del
Salvador estaba escondido. Él venció en la
naturaleza humana, confiando en Dios para el
poder. Este es el privilegio de todos. En la
proporción de nuestra fe será nuestra victoria.
{5 Comentário Bíblico Adventista 1108.6}
44. La obra de nuestra vida aquí debe consistir en
prepararnos para la eternidad. No sabemos cuán
pronto puede terminar la obra de nuestra vida, y
cuán esencial es que nuestra naturaleza baja y
pecaminosa sea vencida, y que recibamos la
imagen de Cristo. No tenemos tiempo que perder.
Necesitamos prepararnos cada día para la
eternidad.
{Cada Dia Con Dios 115.4}
45. Después de la caída, habría sido imposible
para el hombre con su naturaleza pecaminosa
prestar obediencia a la ley de Dios, si Cristo,
con la ofrenda de su propia vida, no hubiera
comprado el derecho de elevar la raza donde
ellos podrían una vez más obrar en armonía
con sus requisitos.
{Review and Herald, Setembro 27, 1881 par. 11}
46. La naturaleza pecaminosa del hombre era
débil, y él era propenso a la transgresión de los
mandamientos de Dios. El hombre no tenía el
poder de obedecer las palabras de Dios; es por
eso que Cristo vino a nuestro mundo, para
poder darle el poder moral…
47. Dios envió a su Hijo en la semejanza de carne
pecaminosa para condenar el pecado en la carne y
revelar el hecho al cielo, a los mundos no caídos y al
mundo caído, que a través del poder de la gracia
divina, a través de la participación de la naturaleza
divina, el hombre no necesita más quedar bajo la
maldición de la ley o permanecer en la transgresión.
{14 Manuscritos Liberados 82.3}
48. Satanás colocó ante el mundo que la única
esperanza de salvación era librarse de la ley
de Dios. Pero Cristo vino para dejar claro que
era el pecado, la transgresión de la ley, que
debía ser abolida, para que la justicia de la ley
se cumpliera en nosotros, que no andan según
la carne, sino según el Espíritu.
{14Manuscritos Liberados 84.1}
49. Él se separaría de su Hijo unigénito, lo
enviaría al mundo, vestido a la semejanza de
la carne pecaminosa, para condenar el
pecado y morir sobre la cruz del Calvario
para manifestar a los hombres que hay
provisión en los consejos del cielo, para
aquellos que creen en Cristo, para guardar
los mandamientos de Dios…
50. Aparte de Cristo, el hombre no puede en espíritu y
en la verdad guardar siquiera uno de los
mandamientos de Dios, pero en Cristo Jesús las
reivindicaciones de la ley se cumplen, porque Él
transforma la naturaleza del hombre por su gracia,
crea en el corazón una nueva vida espiritual ,
implanta una naturaleza santa, y los hombres se
vuelven semejantes a Cristo.
{14MR 86.1}
51. Muchos deciden servirse a sí mismos y a
Satanás porque no hacen esfuerzos
determinados para vencer sus defectos de
carácter. Muchos, al acariciar inclinaciones
pecaminosas, esperando vencerlas algún dia,
se deciden por la perdición.
{4Testimonios 337.1}
52. Él quita las tendencias destructivas de la
naturaleza pecaminosa y pone el obrero
humano a Su servicio.
{18Manuscritos Liberados 208.2}
53. Lo que Cristo fue en su perfecta
humanidad debemos serlo nosotros,
porque debemos formar caracteres para la
eternidad.*
{Testimonio para los Ministros 173.2}
54. Jesús no reveló cualidades ni ejerció
facultades que los hombres no pudieran
tener por la fe en él. Su perfecta
humanidad es lo que todos sus seguidores
pueden poseer si quieren vivir sometidos a
Dios como él vivió.
{Dios Nos Cuida 241.6}
55. “Porque lo que era imposible a la ley, por cuanto
era débil por la carne – no podía justificar al
hombre, porque éste en su naturaleza pecaminosa
no podía guardar la ley –, Dios enviando a su Hijo
en semejanza de carne de pecado, y a causa del
pecado, condenó al pecado en la carne; para que
la justicia de la ley fuese cumplida en nosotros, que
no andamos conforme a la carne, mas conforme al
espíritu”. Romanos 5:1; 3:31; 8:3, 4.—Historia de
los Patriarcas y Profetas, 389, 390.
{La Maravillosa Gracia de Dios 140.4}
56. Cristo tomó nuestra naturaleza humana y
vivió nuestra vida para demostrarnos que
podemos ser semejantes a él al participar de
la naturaleza divina. Podemos ser santos,
como Cristo lo fue en su condición de ser
humano.
{Cada Dia Con Dios 30.2}
57. El Espíritu Santo, que procede del unigénito Hijo
de Dios, une al ser humano, cuerpo, alma y
espíritu, con la perfecta naturaleza de Cristo
divino-humana. Esta unión está representada por
la unión de la vid y los sarmientos. El hombre
finito está unido con la fortaleza de Cristo.
Mediante la fe, la naturaleza humana queda
asimilada con la naturaleza de Cristo. En Cristo,
somos hechos uno con Dios.
{1Mensajes Selectos 294.2}
58. No importa cuán fuerte sea la tentación, no
es excusa para el pecado… Él sabe cuán
fuertes son las inclinaciones del corazón
natural, y brindará su ayuda en todo
momento de tentación.
{Mensaje para los Jóvenes 47.1}
59. Be careful, exceedingly careful as to how you
dwell upon the human nature of Christ. Do not set
Him before the people as a man with the
propensities of sin. He is the second Adam. The
first Adam was created a pure, sinless being,
without a taint of sin upon him; he was in the
image of God. He could fall, and he did fall through
transgressing. Because of sin his posterity was
born with inherent propensities of disobedience.
But Jesus Christ was the only begotten Son of God.
He took upon Himself human nature, and was
tempted in all points as human nature is tempted.
He could have sinned; He could have fallen, but
not for one moment was there in Him an evil
propensity. {5BC 1128.4}
60. Never, in any way, leave the slightest impression
upon human minds that a taint of, or inclination
to, corruption rested upon Christ, or that He in
any way yielded to corruption. He was tempted in
all points like as man is tempted, yet He is called
"that holy thing." It is a mystery that is left
unexplained to mortals that Christ could be
tempted in all points like as we are, and yet be
without sin. The incarnation of Christ has ever
been, and will ever remain, a mystery. That which
is revealed, is for us and for our children, but let
every human being be warned from the ground of
making Christ altogether human, such an one as
ourselves; for it cannot be.--The SDA Bible
Commentary, vol. 5, pp. 1128, 1129. {7ABC
448.2}