La piratería se ha convertido en una industria global con graves consecuencias económicas. Internet ha facilitado la reproducción y distribución masiva de música, películas, software y libros pirateados. Aunque las leyes protegen los derechos de autor, es necesario reforzar su aplicación y combatir la piratería como un delito. La piratería cuesta miles de millones a los productores legítimos y puede sacar del mercado valiosas obras artísticas con presupuestos limitados.