La prima del autor, Nataly Vargas, recibió su Primera Comunión. Durante tres meses asistió a clases de catequesis los sábados para prepararse. El 8 de diciembre de 2009, Nataly recibió la Comunión en la Iglesia María Reina de los Ángeles, vestida de blanco junto con otros niños. Después de la misa continuaron la celebración en casa con un almuerzo, torta y fotos. Como regalo, Nataly visitaría la playa por primera vez.