Los hermanos Lumière crearon el cinematógrafo en 1895 y rodaron la primera película de la historia, "La salida de los obreros de la fábrica Lumière", la cual presentaron en público en París a finales de ese año. Aunque el público quedó impactado por la película, especialmente una escena que parecía mostrar un tren acercándose, los Lumière no creyeron que el cine tuviera futuro y se centraron en otros proyectos fotográficos.