La química orgánica se estableció como disciplina en la década de 1830 a través del desarrollo de nuevos métodos de análisis de sustancias animales y vegetales que permitieron aislar un gran número de sustancias orgánicas. El químico alemán Friedrich Wöhler descubrió en 1828 que la sustancia inorgánica cianato de amonio podía convertirse en urea, una sustancia orgánica, rompiendo la creencia de que solo los organismos vivos podían sintetizar compuestos orgánicos