Los medios de comunicación masiva como la televisión y la radio contribuyen en gran medida a fijar las maneras de pensar de la sociedad y determinan ideas, hábitos y costumbres. Actualmente ejercen un gran poder sobre la opinión pública al fijar los acontecimientos noticiables y focalizar la atención del público, lo que les permite influir en decisiones públicas y favorecer distintos climas de opinión. A menudo se alían con poderes ideológicos para lograr objetivos políticos.