La transición democrática en España comenzó en 1975 cuando Juan Carlos I se comprometió a promover reformas democráticas. En 1976, Adolfo Suárez se convirtió en presidente y comenzó el proceso legal para desmantelar el franquismo mediante reformas pactadas con la oposición. Esto incluyó la legalización de partidos políticos y sindicatos en 1977, así como las primeras elecciones democráticas desde la guerra civil, que dieron la victoria a Suárez y su partido UCD.