Palestina durante la vida de Jesús estaba dividida en regiones y gobernada por los romanos. Jesús nació de una virgen en Palestina y enseñó por unos años antes de ser crucificado y resucitar, declarándose a sí mismo como Dios. Pedro reconoció a Jesús como el Mesías y el Hijo de Dios. Jesús anunció la salvación de Dios para toda la humanidad a través de su mensaje de amor en lugar de violencia.