2. La narración está presente en todo momento, en todos los lugares, en todas las
sociedades; la historia de la narración comienza con la historia de la humanidad; no
existen, ni existirían nunca, personas sin narraciones
Comprender al ser humano exige entender cómo son sus experiencias y actos, están
moldeados por sus intenciones, y éstas, a su vez, solo son interpretables a través de la
cultura en la que están inmersas
La narrativa se ocupa de las acciones humanas y sus consecuencias a través de las diversas
circunstancias en las que ocurren, lo cual permite situar la experiencia en el espacio y el
tiempo (es propiamente el modo en el que la persona cuenta lo que le ha sucedido a lo
largo de su vida o en un momento dado)
Surge del interés por lo particular, se ocupa de las intenciones y conductas humanas, de
sus consecuencias y de los diversos acontecimientos que definen el transcurso vital
3. Busca conexiones particulares entre hechos
Se interesa por los motivos, acciones y problemas de la vida diaria, depende de un
contexto, es retroactiva.
Una de las características de las narraciones es inherentemente secuencial, en ella
participan una serie de actores en cuyo significado no se encuentran en sí mismos,
sino que viene dado por el lugar que ocupan en la trama.
La narración sirve básicamente para cumplir dos objetivos: para enmarcar la
experiencia y para regularla afectivamente
4. LA IDENTIDAD DEL YO
Logramos nuestra identidad personal y el concepto de nosotros mismos mediante
la configuración narrativa
El yo, por consiguiente, no es una cosa estática, sino una configuración de
acontecimientos personales de una unidad histórica, que incluye no solo lo que
uno ha sido sino también previsiones de lo que uno va a ser
El inmenso depósito de las experiencias pasadas puede destacarse de distintas
maneras cuando se revisan reflexivamente o también se pueden modificar
mediante una reconceptualización. Los recuerdos se tamizan según los valores que
se promueven en el proceso de traerlos al presente, no son inmutables
5. Los demás influyen en la narración que uno hace de su Yo. La relación prima sobre
el sí mismo individual que es fruto del proceso relacional
El resultado es una narración, donde la forma resulta ser tan reveladora como el
contenido
Una narración es algo que una persona cuenta a otra, o a sí misma, por tanto
puede considerarse como el producto común de quien la cuenta y quien la
escucha; es por ello necesario una cierta precaución al interpretar
6. LA NARRATIVA EN LA RELACIÓN DE AYUDA
Cuando las personas recurren a una relación de ayuda, es que tienen una historia
que contar, algo que las hace sufrir y para lo que no encuentran respuesta. Puede
ser algo que afecta a toda la vida o solo a un aspecto de ella, por ejemplo, una
situación o un acontecimiento para el que resulta difícil encontrar sentido. La
actividad que el consultor deber desarrollar se relaciona con dar, buscar o construir
una respuesta que clarifique el significado de lo que aparece como confuso o
amenazante en la narración del consultante
Se puede decir que es la propia configuración de la trama de relato lo que conduce
al consultante a definir el problema de un modo y no de otro
7. La respuesta del consultor es preguntarse qué es lo que puede estar provocando,
dentro de este relato, el desajuste que conduce a un desenlace insatisfactorio. Se
pueden examinar entonces los diversos componentes de la trama para luego
trabajar, junto con el consultante, hacia la “solución”, la “reformulación” o bien la
“disolución” del problema
La reelaboración del relato, puede conducir a la desaparición del problema o a su
consideración desde una perspectiva diferente
La labor consiste entonces en ayudar a consolidar un contexto narrativo diferente
al que el consultante trae al encuentro.
La narrativa no debe quedar encerrada en el interior de la mente, sino que su
utilidad debe probarse en el mundo exterior, en las relaciones con los demás.
8. Inicialmente no cuestionamos ni confirmamos la solidez de la trama tal cual
descripta, sino que la escuchamos con empatía. Somos fundamentalmente testigos
de esa historia, cualquiera que sea la forma en que se presente. Este proceso nos
transforma en co-depositarios de esa historia: la historia tal cual se presentó estará
alojada a partir de entonces en el espacio interpersonal de la relación de ayuda.
Dado que el contenido de la historia es único para cada consultante, individual,
también será única la trama del proceso.