El documento enumera cuatro cosas buenas del colegio: 1) la educación y enseñanza brindada por los docentes, 2) las expectativas diarias de la vida que se fomentan, 3) la filosofía salesiana enseñada que ayuda a aprender nuevas perspectivas del estudio y la vida cotidiana, y 4) la planta física del colegio que permite liberarse del aburrimiento compartiendo y socializando con compañeros.