El documento resume las Cruzadas, incluyendo que el Papa Urbano II convocó a la cristiandad en 1095 para liberar el Santo Sepulcro y cuidar a los peregrinos, lo que llevó al establecimiento de tres órdenes religiosas militares. Sin embargo, las Cruzadas finalmente fracasaron debido a la falta de unidad y objetivos compartidos entre los líderes cristianos.