Las Cruzadas fueron movimientos militares masivos realizados entre los siglos XI y XIII por parte de los reinos europeos con el objetivo de recuperar Tierra Santa y Jerusalén de manos musulmanas. Estos movimientos tuvieron importantes consecuencias económicas, políticas y sociales en Europa y Oriente Medio, incluyendo el establecimiento de rutas comerciales, el debilitamiento del feudalismo europeo, y el fortalecimiento del poder papal.