Antón sufre angustia cada vez que la luna desaparece durante la fase nueva. Sale de viaje para encontrar a alguien que pueda ayudarlo a mantener la luna llena para siempre. En su viaje, conoce personas de diferentes culturas que le cuentan historias sobre sus vidas y costumbres. Gracias a estas personas, Antón aprende a apreciar las distintas caras de la luna y ya no sufre cuando no puede verla.