El Sol y la Luna estaban tristes con sus roles y decidieron intercambiar funciones por un día. Sin embargo, esto causó confusión porque la Luna no podía iluminar durante el día y el Sol no podía estar rodeado de estrellas durante la noche. Se dieron cuenta que cada uno debe cumplir con su propia función. Para recordar este error, la Luna y el Sol a veces se eclipsan el uno al otro, causando eclipses solares que sorprenden a los humanos.