El documento describe tres grandes naciones consolidadas en el siglo XIX: el Reino Unido, Francia y Estados Unidos. El Reino Unido alcanzó su máximo esplendor bajo la reina Victoria y se convirtió en la primera potencia mundial, aunque tuvo movimientos sociales que pedían reformas electorales. Francia sufrió revoluciones y cambios de régimen hasta establecer la Tercera República y el sufragio universal masculino. Estados Unidos se consolidó como nación después de la guerra civil y completó la conquista del oeste.