Las tortugas marinas se caracterizan por tener un caparazón y cuatro patas que se convierten en aletas en el mar. Viven muchos años, alimentándose de coral, algas, vegetación acuática y en algunos casos pequeños animales, y aunque realizan grandes migraciones, algunas especies se limitan a un territorio en particular. Las hembras ponen sus huevos en la playa, donde nacen las crías y van juntas hacia el mar para evitar depredadores.