El pastor buscó todo el día sus ovejas perdidas sin éxito. Cansado, se refugió en una cueva donde observó una impresionante pelea nocturna entre tres toros gigantescos de diferentes colores. Al amanecer, contó lo sucedido en su aldea. Pronto, hombres llegaron a la zona para explotar las minas de plata, carbón y cobre que se encontraban en los lugares donde los toros habían desaparecido, explicando así el origen de las minas en esa región.