Quienes logran superar los miedos iniciales de ponerse en marcha, generalmente serán atacados por otros elementos del Misil del Rechazo. Es común que las mujeres no sean tomadas en serio—una de las formas más degradantes del rechazo. Es común que un prospecto hombre interesado, a quien una mujer profesional del MLM le muestra la oportunidad laboral, piense algo así como: “Tendré que hablar con mi mujer sobre este negocito hogareño”. No es el caso de que la mujer no sea efectiva o que el hombre la degrade; es que la mayoría de los hombres no pueden identificarse con una mujer que prospecta y que trabaja desde su casa