El documento habla sobre el significado y el poder de una palabra que es difícil de demostrar pero que puede hacer milagros y dar esperanza. Esta palabra es un don de Dios que pocos han descubierto dentro de sí mismos. Es un sentimiento eterno que da consuelo a los desahuciados y que no puede ser destruido por el poder humano. El documento insta a quienes tienen este sentimiento a cuidarlo, sembrarlo y protegerlo contra cualquier tempestad.