Cinco conejos salieron a pasear al bosque sin permiso de su mamá y se perdieron cuando oscureció, pero uno sugirió regresar a casa porque su mamá estaría preocupada. Asustados por la oscuridad y pensando que estarían en problemas, los conejos regresaron a casa donde su mamá los esperaba con un pastel, feliz de que estuvieran a salvo.