El documento discute los desafíos para los derechos humanos en el siglo XXI bajo la globalización neoliberal. Señala que la globalización ha aumentado las desigualdades económicas y sociales al priorizar los intereses de los mercados sobre los derechos humanos. Argumenta que para hacer efectivos los derechos humanos para todos, se deben reformar las políticas económicas internacionales para hacerlas más equitativas y sostenibles, y garantizar que se satisfagan las necesidades básicas de todos.