Los hermas griegos originalmente eran piedras o bloques de madera que marcaban los límites y ayudaban a los viajeros. Más tarde se asociaron con el dios Hermes y tomaron la forma de pilares rectangulares con la cabeza y barba de Hermes y un falo. Se usaban para marcar fronteras, propiedades y distancias. Los romanos los adoptaron con fines decorativos y de retrato. En el cristianismo se eliminó la cabeza pagana y se sustituyó por una cruz, dando origen a las cruces