El documento habla sobre los retablos cerámicos en Sevilla. Explica que los retablos originalmente decoraban altares dentro de iglesias pero luego también se usaron en el espacio público para propagar la fe. Menciona varios ejemplos de retablos cerámicos que aún pueden verse en el barrio de Triana en Sevilla, incluyendo uno en el Convento de La Torrecilla del siglo XVII y otros en fachadas que representan diferentes vírgenes y santos. Finalmente, proporciona una lista de más de 20 retab
1. LOS RETABLOS CERÁMICOS
EN
S E V I L L A
Primera Parte
Avance manual Santiago Martín
Moreno
2. El Diccionario de la Real Academia de la lengua Española nos dice
sobre la palabra Retablo: “Obra de Arquitectura, hecha en piedra, madera o
cualquier otro material, que compone la decoración de un altar”.
Es evidente que esta definición es bastante general; no obstante, no
podemos negar su ayuda tanto en cuanto nos acerca a ese eje principal
alrededor del cual gira gran parte de la Cerámica.
En una aproximación, los retablos se asemejan a altares que, como
norma general, están en el interior de recintos sagrados, como son las iglesias,
conventos y capillas. Sin embargo, a lo largo de la historia existió una época en
la que esta forma de expresión artística abandonó el interior de los edificios
religiosos y pseudo-religiosos, como medio de propagación de la fe, utilizando el
espacio público.
En el caso de España, y más concretamente de Galicia, la geografía
rural de aquellos pueblos ancestrales se fue adornando sobre todo a partir de la
Baja Edad Media, de cruces públicas debido al prolífico movimiento de los
canteros y el deseo de aquella gente a poseer en cada pueblo un Cruxeiro,
teniendo recogido al día de hoy aproximadamente del orden de diez mil obras.
En la Geografía Andaluza, pueblos y ciudades se vieron inmersos en la vorágine
religiosa de aquellos puntos de reunión.
3. Humilladeros y retablos realizados en azulejos, en madera, pintados
o con esculturas policromas, era una de las respuestas de la iglesia Católica
que a la luz de la reforma por el entonces Papa Paulo III en el Concilio de
Trento, en 1545 dejó instituida para propagar la doctrina emanada de aquel
Sínodo.
Muchas de aquellas obras instaladas en fachadas, y con el nombre
de retablos unas, y capillas otras, las hemos llegado a contemplar en Triana: De
entre ellas cabe destacar la que sería instalada en la fachada del Convento
Cenobio de La Torrecilla en el actual Barrio León hacia finales del siglo XVII,
bajo la advocación de la Virgen del Rosario. También se conocieron entre otras
las de la Virgen del Buen Aire en la fachada a calle Betis, de la antigua
Universidad de Mareantes, actual Centro Cívico “Casa de las Columnas” o la
Capillita del Carmen en el acceso al Puente de Triana y que ya existiera con la
desaparición de la Puente de Barcas. Todas ellas en paneles lisos o
enmarcados, con capillas o sin ellas fueron llamadas Retablos.
4. Virgen de los Reyes
1965
Calle Don Remondo, 15
Cerámica Sta. Ana