El capítulo 8 de Lucas presenta varios milagros realizados por Jesús: sana a una mujer con flujo de sangre, calma una tormenta en el mar de Galilea, expulsa demonios de un hombre en Gadara y resucita a la hija de Jairo. También incluye la parábola del sembrador y destaca el papel de las mujeres que servían a Jesús.