El documento describe la estructura y temas principales del Evangelio de Lucas y los Hechos de los Apóstoles. Lucas presenta una comprensión bipartita de la historia de salvación, centrada en la actividad de Jesús y la misión de la Iglesia. Enfatiza temas como la misericordia, la oración y el Espíritu Santo. También describe la importancia de Jerusalén y las similitudes en la pasión de Jesús y Pablo.

1. El Evangelio de Lucas «Después de haber investigado todo desde los orígenes » (Lc 1,3)

2. Lucas – Hechos: una obra amplia «Puesto que muchos han intentado narrar ordenadamente las cosas que se han verificado entre nosotros, tal como nos las han transmitido los que desde el principio fueron testigos oculares y servidores de la Palabra, he decidido yo también, después de haber investigado diligentemente todo desde los orígenes, escribírtelo por su orden, ilustre Teófilo , para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido » (Lc 1,1-4). « El primer libro lo escribí, Teófilo, sobre todo lo que Jesús hizo y enseñó desde un principio hasta el día en que, después de haber dado instrucciones por medio del Espíritu Santo a los apóstoles que había elegido, fue llevado al cielo . A estos mismos, después de su pasión, se les presentó dándoles muchas pruebas de que vivía, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca de lo referente al Reino de Dios. Mientras estaba comiendo con ellos, les mandó que no se ausentasen de Jerusalén, sino que aguardasen la Promesa del Padre: «...recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra » (Hech 1,1-4.8). Destinatario: « ilustre Teófilo » los demás concluyen su obra con la resurrección de Jesús Lucas se extiende hasta la predicación de los Apóstoles para terminar recién con la llegada de Pablo a Roma

12. Lisias, el tribuno militar de Jerusalén, y después por los procuradores Félix y Festo en Cesarea, defienden al apóstol contra las acusaciones y amenazas de los judíos: «Cuando se presentó, le rodeaban los judíos que habían bajado de Jerusalén, presentando contra él muchas y graves acusaciones, que no podían probar» (Hch 25,7). Jesús … y Pablo Pilato intenta absolver a Jesús, mientras que las autoridades judías le acusan y piden su muerte: «Ningún delito encuentro en este hombre» (Lc 23,4.14) Declara su intención de soltarlo (Lc 23,15.20). «Pero ellos insistían pidiendo a grandes voces que fuera crucificado y arreciaban en sus gritos» (Lc 23,22-23). Las acusaciones son las mismas alborataba al pueblo y prohibía pagar tributo al César (Lc 23,2) La amenaza de destrucción del templo (cf. Lc 21,5-6). «Yo no he cometido delito alguno ni contra la Ley de los judíos, ni contra el templo, ni contra el César» (Hch 25,8). «Ni en el templo, ni en las sinagogas, ni por la ciudad me han encontrado discutiendo con nadie ni alborotando a la gente» (Hch 24,12). LUCAS comprende la muerte de Jesús como la de un Justo asesinado, pero declarado inocente por el mismo Dios, que lo libera de los lazos de la muerte. Esta muerte tiene un significado ejemplar, y así lo muestra en los Hechos tanto la pasión de Esteban como la de Pablo, que siguen el camino de sufrimiento de Jesús por anunciar la Buena Noticia. La Pasión

16. • En Hechos, el relato nosotros quiere mostrarse a los lectores como un testigo ocular (es probable que use como fuente una especie de Diario de viaje). • En los numerosos discursos los historiadores antiguos solían poner su interpretación de los acontecimientos en boca de los personajes que actuaban. Recursos «En cuanto a los discursos en esta historia, algunos tuvieron lugar antes de que empezara la guerra, otros durante su desarrollo; algunos los he oído yo mismo , otros me los contaron ; en todos los casos hubiera sido difícil recogerlos palabra por palabra en la memoria de cualquiera, por lo que mi propósito consiste en hacer decir a los oradores lo que, en mi opinión, se demandaba de ellos en las distintas ocasiones , ciñéndome lo más posible al sentido general de lo que ellos dijeron realmente» (Tucídides Guerra Pelop 1,22)