El documento evalúa la contaminación natural por arsénico en las aguas subterráneas de la comunidad rural La Fuente en León, Nicaragua. Se analizaron 33 muestras de agua y se encontró que el 70% superaban los 10 μg/l, el límite máximo permitido. Solo el 30% de las muestras eran aptas para consumo humano. Se identificaron dos áreas seguras para perforar pozos y obtener agua potable como alternativa, cerca de los pozos de Rafaela Rojas y Porfirio Mayorga.