2. CONSULTOR EXTERNO CONSULTOR INTERNO VENTAJAS: El Consultor externo puede tener más experiencia que cualquier otro empleado de su negocio. Puede tener más estudios, más experiencia con muchas empresas y haberse enfrentado a situaciones diversas. Igualmente, puede estar más al tanto de los últimos avances que permitirían cumplir los proyectos. El Consultor externo suele estar especializado en un área de su negocio, en nuestro caso en el área tecnológica, lo que también resulta útil a la hora de formular recomendaciones. El consultor independiente viene sin prejuicios y habitualmente encara las situaciones de forma objetiva. El Consultor externo dirá cosas que se interpreten como críticas, sin temor a ser sancionado. Por tal motivo, es más probable que señale situaciones que deben cambiar, aunque ello resulte impopular. Es normal que el consultor externo posea más credibilidad entre el personal y la administración. Se le considera una autoridad. La ventaja más destacada de recurrir a un Consultor externo es que tiene tiempo para efectuar su tarea y no tiene por que ser en su negocio. Se le puede pedir que llegue a una hora dada. VENTAJAS: Su costo menor (comparado con el de algunos consultores externos), Su mejor conocimiento (más íntimo) de la empresa, La creación de una capacidad propia (“contar consigo mismo”). .
3. CONSULTOR EXTERNO CONSULTOR INTERNO DESVENTAJAS: Su alto costo, especialmente de las grandes empresas internacionales, El riesgo de caer en soluciones estereotipadas, de moda, La dificultad para conocer a fondo las situaciones “íntimas” del cliente La posible dependencia (“adicción” en casos extremos) que pueden generar. DESVENTAJAS: El personal propio acarrea con sus prejuicios y temores, que pueden influir sobre su interpretación de las situaciones y en sus recomendaciones con tal de agradar. Es más difícil que un empleado se convierta en un instrumento de cambio en comparación con un profesional independiente. El personal propio tal vez se muestre reticente a recomendar ciertos cambios, dado el impacto negativo que ocasionarían en él mismo o en sus compañeros. De la misma manera, puede ser reacio a recomendar una modificación, pues debido a su experiencia previa, supone que no se llevará a cabo. El personal propio puede demorar más que un consultor externo en realizar un estudio y presentar el informe, porque debe cumplir con las responsabilidades normales de su trabajo además de realizar el informe. La dirección y otros miembros del personal pueden considerar que el personal propio no posee el mismo nivel de experiencia y conocimientos que el consultor externo, aunque tal cosa no sea verdad. El empleado puede no contar con la misma credibilidad.