El centro de arte de la atalaya santanderina inaugura hoy la muestra 'Todo y solo luz', que reúne una doble instalación de la artista lusa Cristina Ataíde.
Fecha: 16/01/2121
Medio: El Diario Montañés
Versión digital: https://bit.ly/3p0aAHs
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Luz, espacio, tiempo y memoria retratan la esencia del Faro de Cabo Mayor
1. El centro de arte de la
atalaya santanderina
inaugura hoy la muestra
‘Todo y solo luz’, que
reúne una doble
instalación de la artista
lusa Cristina Ataíde
SANTANDER. Desde lo alto del faro
todo es más pequeño, más lejano
y relativo. Su linterna y los poten-
tes haces de luz que desprende
con precisión matemática alum-
bran un paisaje inmenso y singu-
lar, el de Cabo Mayor, en torno al
cual se extienden el mar Cantá-
brico, la isla de Mouro, las playas
de Ribamontán al Mar, las mon-
tañas cántabras y la ciudad de
Santander. Fue esa visión y la in-
tensidad de esa experiencia, rea-
lizada el pasado verano, lo que
motivó a la artista portuguesa Cris-
tina Ataíde (Viseu, 1951) a dise-
ñar y desarrollar ‘Todo y solo luz’,
un proyecto expositivo específi-
co para el Centro de Arte de Cabo
Mayor, espacio de referencia en
la capital cántabra que este ejer-
cicio cumple 15 años de trayec-
toria. La nueva propuesta de Ataí-
de, comisariada por María Anto-
nia de Castro, se inaugura hoy y
está formada por dos instalacio-
nes que alumbran una concien-
cia de la realidad esbozada al ca-
lor de la luz de la propia atalaya.
«El faro es algo muy romántico y
sugerente, un espacio en el que
convergen muchas piezas y rea-
lidades», afirma la creadora, quien
explica que visitó «la torre y vi la
linterna, que me cautivó totalmen-
te porque es algo completamen-
te hipnótico cuyo movimiento te
envuelve; incluso cuando no está
funcionando es algo mágico por
los efectos de la luz en los crista-
les prismáticos, es algo extraor-
dinario».
Esa luz y sus reflejos, los del
faro, son el catalizador de una ex-
posición con un marcado carác-
ter visual en la que se integran
tanto obras fotográficas como au-
diovisuales para crear un rico y
profuso ecosistema conceptual y
creativo. El trabajo de la artista
está lleno de capas y de metáfo-
ras de las que se desprenden men-
sajes que buscan impactar en la
conciencia del espectador, que se
siente constantemente interpela-
do. A partir de sorprendentes imá-
genes de detalles del faro y de sus
componentes, así como de otras
en las que la torre, incendiada por
las ráfagas de luz, asalta un cielo
abandonado a la incipiente pe-
numbra, Ataíde plantea con enor-
me plasticidad juegos de espejos,
imágenes poéticas y complejos
microcosmos visuales. «Al reco-
rrer la pasarela te envuelven el
mar, la luz, las nubes, el cielo, la
ciudad... todo el entorno. También
es una experiencia hipnótica por-
que te mueves en círculos y mien-
tras lo haces cambia en todo mo-
mento no solo tu posición relati-
va, sino también el tiempo, la luz...
todo cambia», detalla Ataíde, para
quien «esa transformación es muy
importante en mis propuestas, en
las que normalmente trabajo con
el tiempo y la memoria».
En la segunda parte de la mues-
tra, basada en dos creaciones au-
diovisuales que se proyectan so-
bre el suelo y los propios espec-
tadores, la creadora sumerge al
público en una atmósfera cargada
de reflexiones y significados. En
esta instalación, varios espejos
colgantes se encargan de multi-
plicar los mensajes planteados
por la artista y de proyectarlos en
las paredes, convirtiendo la visi-
ta en una experiencia multisen-
sorial a la que también se suma
«una pieza musical de Carlos San-
tos realizada específicamente para
esta propuesta, un sonido muy
vago que recuerda al rumor de los
barcos, del mar, del viento...». La
convergencia de todos los elemen-
tos captura y retrata la propia ex-
periencia de Cristina Ataíde. «Aquí
estaba todo, la naturaleza, la me-
teorología, el tiempo físico, la vigi-
lancia como una forma de con-
ciencia, la memoria de lo que ha
pasado y lo que va a pasar... Todo
eso es lo que he querido retratar»,
afirma la artista.
Día y noche
En las dos instalaciones conver-
gen la visión diurna y nocturna
del faro. «Por la noche es otra rea-
lidad porque cambia la luz, el mar
se queda calmo y denso y surge
el ritmo de los destellos del faro,
que es un lenguaje en sí mismo
a través del cual éste habla con
los navíos y los marineros, con
las personas que lo ven y con la
distancia...», explica Ataíde. La
participación del público es otro
de los factores esenciales de la
propuesta expositiva: «He cubier-
to con un gran vinilo uno de los
ventanales, dejando pequeños
agujeros que invitan al especta-
dor a asomarse, ofreciendo una
visión muy concreta de espacios
exteriores». A través de ellos apa-
rece, de nuevo, la gran protago-
nista de una muestra que no deja
indiferente: la luz.
Luz, espacio, tiempo y memoria retratan
la esencia del Faro de Cabo Mayor
La muestra invita a los espectadores a participar mirando el paisaje
exterior a través de pequeños agujeros en un gran vinilo. ROBERTO RUIZ
La creadora Cristina Ataíde ha
creado un microcosmos basado en
los elementos y el entorno que
rodean al faro santanderino.
ROBERTO RUIZ
ÁLVARO G.
POLAVIEJA
Título y lugar. ‘Todo y solo
luz’, de la artista portuguesa
Cristina Ataíde. En el Centro de
Arte de Cabo Mayor.
Obras. Dos instalaciones,
una fotográfica y otra de carác-
ter audiovisual, para retratar la
esencia del faro santanderino.
Fechas. Desde hoy hasta el
28 de febrero. La muestra pue-
de visitarse todos los días de la
semana excepto el domingo.
LA MUESTRA
LAS FRASES
Cristina Ataíde
Artista
«El Faro de Cabo Mayor
es un lugar hipnótico
por el movimiento de su
luz y su relación con el
entorno que te envuelve»
«Aquí está la naturaleza,
el tiempo, la vigilancia
como forma de
conciencia o la memoria
de lo que ha pasado
y lo que va a pasar»
53Sábado 16.01.21
EL DIARIO MONTAÑÉS