Los iberos vivían en poblados amurallados en el este y sur de la Península Ibérica, se organizaban en tribus gobernadas por reyes, y se dedicaban principalmente a la agricultura, ganadería y artesanía. Los celtas habitaban en la Meseta y la costa atlántica, vivían en castros o poblados fortificados y se dedicaban a la ganadería y metalurgia. Los fenicios, griegos y cartagineses establecieron colonias comerciales en las costas ibéricas desde los siglos VIII-