Mater et magistra es una carta encíclica de 1961 del Papa Juan XXIII que trata sobre el desarrollo reciente de cuestiones sociales a la luz de la doctrina cristiana. Defiende que los gobiernos deben actuar para reducir las desigualdades económicas entre regiones y garantizar servicios públicos esenciales para las zonas menos desarrolladas, al tiempo que reafirma el derecho natural a la propiedad privada y su difusión entre todas las clases sociales.