La civilización maya habitó una gran parte de Mesoamérica que hoy comprende partes de Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador y cinco estados del sureste de México. Construyeron arquitectura utilizando materiales como madera, estuco y piedra calcárea, además de practicar una religión politeísta donde rendían culto y sacrificios humanos a diversos dioses a través de la música que empleaba instrumentos de viento y percusión.