El documento define lo rural como un espacio geográfico opuesto a lo urbano donde los habitantes desarrollan un sentido de pertenencia al territorio y construyen su sociedad en base a los recursos naturales disponibles. Las actividades económicas típicas de estas áreas son la agricultura, ganadería, silvicultura y conservación ambiental. Las leyes suelen proteger y delimitar estas zonas rurales para limitar el crecimiento de las ciudades.