El documento discute el concepto de "genocidio social" propuesto por el director Pino Solanas, refiriéndose a las consecuencias del modelo económico de los años 90-2000 en Argentina como la desnutrición infantil. Solanas considera que las muertes por desnutrición pueden ser consideradas un genocidio. También se menciona la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el derecho a la alimentación y bienestar.