Este documento presenta la historia de dos mujeres, Olga y Silvana, que viven y trabajan en la zona rural de Entre Ríos, Argentina. Olga heredó un antiguo almacén llamado "Francou" fundado en 1907, el cual ahora opera junto con Silvana como un destino turístico que muestra la vida rural a los visitantes. Ellas lograron transformar el almacén abandonado en un espacio cultural y turístico reconocido a través de mucho esfuerzo y dedicación. Actualmente reciben 3000 visitantes por año y obtuvieron un
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Mujeres rurales y sus logros
1. Somos Olga y Silvana, dos mujeres que vivimos y
trabajamos en la zona rural, más concretamente en
Colonia El Carmen a 15 kilómetros de la ciudad de
Villa Elisa, Entre Ríos.
Olga es dueña por herencia del antiguo almacén de
ramos generales “Francou”, fundado en 1907, tan común
hace muchos años en el campo; siempre vivió acá con
su marido, hoy disfrutan con sus nietos que vienen los
domingos a hacer la casita en los árboles o a jugar en los
charcos los días de lluvia.
En sus sesenta y algunos años con muchos viajecitos de
por medio, tuvo la suerte junto con Roberto de poder
recorrer casi toda la Argentina, buscando siempre las
costumbres que identifican a cada lugar, charlando con
la gente, enriqueciendo sus espíritus. Pasó de todo en
el campo, desde vivir con un farol, atar el sulky, manejar
algún tractor o atender el almacén y el bar hasta muy
tarde.
Hoy se vive diferente, no sé si mejor o peor, pero sí
distinto. Tenemos luz eléctrica, internet, buen camino y
vehículos, pero seguimos siendo mujeres 4x4. Cuando a
Olga le llegó la jubilación no se quedó sentada al lado
de la cocina económica, sino que todos los días tiene un
nuevo proyecto, diversos desafíos, pero siempre todos,
acá en el campo.
Yo, Silvana comencé a trabajar con ella allá por el 2003
el día exacto que Olga recibía el título de abuela. ¿Mi
trabajo? Atender el almacén junto con el bar, con dos
hijos chicos a los cuales tenía que llevar y traer a la
escuela porque acá no pasan colectivos.
Pasaron los años, 3 kilómetros del trabajo a mi casa,
todos los días mañana y tarde el mismo trayecto, a veces
en auto, otras en bici y si no alguna caminata despejando
la mente, viendo cruzar algún zorrino o escuchando el
canto de algún cardenal, y cuando llueve… botas de
goma.
Hace algunos años se nos ocurrió esta loca idea de
comenzar a mostrar al turista este viejo almacén, nos
pareció un poco egoísta no compartir con otras personas
este pequeño tesoro rural. Esta actividad del turismo nos
hace despertar día a día con nuevas ideas, reinventar
historias, hacer una recorrida por un viejo sótano que
pusimos en valor, o salir rápido a pagar un impuesto a la
ciudad.
Es muy gratificante que las mujeres tengamos un trabajo
remunerado en el campo, que no sea únicamente
hacer huerta, limpiar o ayudar en algunas tareas de
una carneada. Detrás de nosotras que somos quienes
llevamos adelante esto, hay muchas personitas que nos
ayudan y aconsejan. Hoy formamos parte de un grupo
de turismo rural del INTA, Tierra de Palmares, el cual
siempre nos está prestando alguna herramienta para
poder brindar los mejores servicios.
A muchos les parece que la mujer rural tiene una vida
demasiado tranquila y aburrida, yo les puedo asegurar
que no. En el campo hay muchísimas cosas para hacer,
y con respecto a lo social también participamos, ya
sea haciendo alguna actividad semanal en la ciudad,
ayudando a hacer la tarea a algún vecinito, o tomando
un chocolate en algún acto de la Escuela Agrotecnica con
la cual trabajamos codo a codo.
No sé si mis abuelos tuvieron oportunidad de elegir
dónde vivir, yo puedo asegurar que todos los días elijo
vivir acá, elijo el campo, sus desafíos y sus obstáculos, y
disfruto de los placeres que nos ofrece, apuesto todos los
días poder ver el sol esconderse en el horizonte.
Nuestros logros
• Queremos contarles que logramos transformar
un antiguo almacén de campo en un destino
turístico. Éste siempre se mantuvo abierto, y
actualmente conseguimos que convivan y hasta
compartan algún partido de truco los lugareños
con la gente que nos visita.
• También fue un logro relevante desempolvar y
poner en óptimas condiciones un viejo sótano,
hoy convertido en cava.
• Además logramos, luego de mucho esfuerzo
y dedicación, que la gente de la ciudad realice
muchos kilómetros hasta internarse en el
campo para encontrarnos. Hoy con orgullo
podemos decir que recibimos 3000 personas
anuales, de las cuales pasado el tiempo vuelven
a saludarnos.
• Para coronar de la mejor manera pensada
este trayecto, obtuvimos en el año 2012 un
reconocimiento de interés cultural por la
provincia de Entre Ríos.
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2. Nuestros desafíos
• Al iniciar esta aventura el gran desafío fue poder
lograr que los vecinos de la zona se sientan
parte de dicho proyecto, lo que finalmente
conseguimos a través de la comercialización de
sus productos.
• También fue un desafío integrar la ruta del
turismo rural, con lo cual formamos parte de un
recorrido turístico denominado “El camino del
colono”.
• Dentro de nuestros desafíos actuales en
primer lugar podemos mencionar la creación
de un museo, donde podamos exponer los
objetos que pertenecieron a nuestros abuelos
inmigrantes.
• Además nos proponemos como objetivo a
futuro poder mejorar el camino de acceso a
nuestro establecimiento, para mejorar nuestros
servicios.
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3. Partilho, enquanto coordenadora pedagógica da
Escola Família Agrícola de Santa Cruz do Sul – EFASC,
a experiência com estudantes jovens mulheres
agricultoras na criação de possibilidades emancipatórias
em prol do desenvolvimento do meio rural através de
ações de visibilização das experiências e saberes das
jovens mulheres agricultoras inseridas num contexto
agrícola de produção de tabaco.
A EFASC é uma escola, mantida por uma associação de
agricultores/asfamiliarescomafinalidade deofertaruma
educaçãocontextualizadacomocampo,paraajuventude
camponesa através da Pedagogia da Alternância visando
o desenvolvimento do meio rural. Ela é fundada em
2009 no município de Santa Cruz do Sul, na região do
Vale do Rio Pardo, no Estado do Rio Grande do Sul, Brasil.
Uma região caracterizada por ter na agricultura familiar
a sua matriz econômica e social sendo a maior região
produtora de tabaco do Brasil, abrigando um complexo
transnacional desse setor.
Portanto, a EFASC está inserida num contexto sócio-
econômico-político-cultural-histórico controlado por
empresas multinacionais fumageiras e se apresenta,
desde seu início, como uma semente de resistência, se
posicionando a favor da agroecologia, num contexto
estabelecido por relações sociais e produtivas marcadas
pela dependência econômica gerada pela fumicultura
associada a todas as peculiaridades que esta produção
exige e potencializa numa sociedade capitalista, colonial
e patriarcal.
É uma instituição que oferta cursos de ensino médio e
técnico profissionalizante em agricultura, tendo no seu
caminhar histórico a média de apenas 20% de matrículas
de mulheres. São jovens mulheres agricultoras que,
desde antes de seu ingresso na EFASC, lutam por ocupar
espaços mesmo que, muitas vezes, não se apercebam
desta luta mascarada pela compreensão da naturalização
dos papeis e funções da mulher na agricultura. Muitas
tiveram que convencer sua família de que poderiam
fazer parte da EFASC, em razão de ser uma escola
majoritariamente composta por homens como também
pelo direito de estudar e exercer a profissão de técnica
em agricultura culturalmente compreendida como
profissão masculina.
Ao ingressarem na escola continuam a lutar através de
momentos de problematização e reflexão, inerentes
a busca de uma pedagogia feminista articulada com a
pedagogia da alternância. Assim, para as estudantes
jovens mulheres agricultoras da EFASC a pedagogia da
alternância, enquanto movimento alternado de espaços
e tempos - escola e família/comunidade -, operacionaliza
pedagogicamente o diálogo e partilha entre os saberes
populares e empíricos das mulheres agricultoras (avós,
mães e filhas) e os saberes científicos, potencializando a
articulação por e com uma pedagogia feminista através
da (1) reflexão e compressão destas mulheres sobre
sua realidade social, política e produtiva no contexto da
agricultura voltada para a fumicultura, (2) da visibilidade
das experiências e saberes das mulheres agricultoras que
estão voltados para a prática dos cuidados e cultivos dos
alimentos para família e (3) pela criação de alternativas
emancipatórias com as jovens mulheres agricultoras a
partir da perceptiva agroecológica como resistência ao
contexto agrícola fumicultor.
Um exemplo desse articulação é a criação de Projetos
ProfissionaisdasJovens-PPJs,que,enquantoinstrumento
pedagógico, nas práticas das estudantes são espaços
de reconhecimento das experiências agroecológicas
das mulheres e possibilidades de renda, que frente ao
contexto desigual, opressor, marginalizador do trabalho
feminino limitado ao espaço privado, dos cuidados
do lar, enquadrado como “ajuda”, se apresenta como
possibilidade de diminuir o êxodo rural de muitas jovens
mulheres agricultoras que migram para as cidades na
busca de emprego, renda, escolaridade e de maior
valorização do seu trabalho.
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4. Os PPJs na EFASC são a materialização das possibilidades
emancipatórias das jovens mulheres agricultoras através
do reconhecer-se de si, de seu trabalho e de suas
experiências embasadas na troca e na valorização de
outras mulheres presentes nas suas vivências diárias na
agricultura demostrando a articulação potencializadora
da pedagogia da alternância e da pedagogia feminista.
Conquistas
• A elaboração dos Projetos Profissionais das
Jovens - PPJs se apresenta em consonância com
a finalidade da EFASC de propor uma educação
contextualizada com o campo e seus sujeitos
visando o desenvolvimento do meio rural. São
construídos durante toda caminhada formativa
por todos os estudantes através de diagnósticos
e análises do meio rural em que a família e os
estudantes vivem e produzem. São realizados
através de diálogos e partilhas, em pesquisas e
observações com a família e comunidade local.
• É assim que as jovens estudantes percebem
e pensam a sua realidade, a realidade das
mulheres agricultoras que, mesmo inseridas
numa relação produtiva que não as valoriza,
praticam experiências diárias de resistência,
especialmente, na produção dos alimentos
livres de agrotóxicos para consumo da família,
realizada nos cuidados da horta e do pomar
de frutíferas e, também, no processamento
e preparação de todos os alimentos para o
consumo da família, assim como, nos cuidados
e tratos aos pequenos animais da propriedade,
que são criados visando a alimentação.
• Os PPJs como ação transformadora de ver,
refletir e potencializar alternativas de renda
considerando e valorizando as experiências
existentes das mulheres são as sementes de
mudanças dentro do contexto regional de
produção do tabaco.
• Exemplos disso são as temáticas dos PPJs
das jovens estudantes da EFASC: Manejo do
Pomar da Família, Quintais Orgânicos - saberes,
fertilidade do solo e autossuficiência alimentar,
Avicultura Colonial – manejo da produção
de ovos, Melipocultura – criação de abelhas
indígenas sem ferrão, Produção de Mandioca.
Desafios
• A EFASC dentro de uma região caracterizada
pela produção e processamento do tabaco
surge tendo o desafio de trazer para a
visibilidade outras produções e práticas
agrícolas que, historicamente, se fazem
presentes nas vivências das famílias agricultoras
desta região.
• A marca de uma região fumageira inviabiliza
outras agriculturas, em especial, pela
justificativa da desvalorização financeira
destas em comparação com a fumicultura.
Isto demonstra a centralidade nas relações
produtivas capitalistas (valorizando apenas
as ações que geram valor mercadológico), o
que marginaliza o trabalho das mulheres na
agricultura que, mesmo não quantificados
financeiramente, são fundamentais à existência
e manutenção da família agricultora desta
região.
• A elaboração dos PPJs, no recorte das
estudantes jovens mulheres agricultoras, é
uma ação que propicia o tencionamento das
relações de produção trazendo para um pensar
e agir na esfera reprodutiva da vida, na qual as
mulheres agricultoras são e estão exercendo
seu trabalho.
• O PPJ se apresenta como uma ferramenta
que visibiliza esse trabalho demonstrando
concretamente as viabilidades técnica,
ambiental e financeira, ou seja, é o trabalho da
reprodução e geração da vida quantificado a fim
de visibilizar e valorizar o papel fundamental
das mulheres agricultoras no desenvolvimento
da região do Vale do Rio Pardo.
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5. Luego de ser epicentro del terremoto del 99, luego
de la “época de violencia” extendida desde los años
50, con asiento –en nuestra cordillera– de grupos
al margen de la ley hasta hace poco… aun viviendo el
desplazamiento y la violencia económica que nos causan
losinjustosingresosquerecibimospornuestrosproductos
(la principal actividad económica es la producción de
café) y peor aún, lo más común es que nosotras, las
mujeres rurales, tengamos las jornadas de trabajo más
largas, NO reconocidas ni remuneradas y muchas objeto
de violencia intrafamiliar y sin oportunidades o acceso a
educación, tierra propia, créditos, etc.
La Asociación de Mujeres Cafeteras de Córdoba, Quindío,
nace como respuesta a la necesidad de realizar sueños
trabajando juntas por conseguir identidad, dignidad y
autonomía.
Somos mujeres cafeteras que hemos dado valor
agregado al café que producimos, procesándolo y
comercializándolo en la “tienda café”, que creamos hace
5 años, ubicada estratégicamente en el parque municipal.
Hemos tenido la oportunidad de empoderarnos de
nuestro proceso, administrando y ocupando diversas
funciones, por turnos, que nos han permitido aprender,
descubrir nuestras capacidades y generar empleos,
especialmente para jóvenes locales, que capacitamos en
barismo y apoyamos en su formación integral.
Nuestro Café Mujer nos dignifica y nos hace sentir
orgullosas de nuestra ascendencia, orgullosas de
ser “campesinas y montañeras”, que en lugar de ser
expresiones despectivas, nos recuerdan nuestras verdes
y biodiversas montañas, que amamos y defendemos, y
nos recuerdan también que nuestra actividad es vital…
“sin campo no hay ciudad”.
Los procesos en las fincas son cada vez más sostenibles
y diversos, y varios de los cafés de las mujeres han sido
premiados. Algunas productoras por voluntad propia
y convicción, hemos dejado áreas muy representativas
de las fincas, para sólo protección y conservación, sin
uso agropecuario, y nos hemos declarado “Reservas
Naturales” e inscrito en la Red de Reservas Naturales de
la Sociedad Civil, reconocida por el Sistema Nacional de
Áreas Protegidas Colombianas (SINAP).
Se empezó a incursionar en agroecoturismo comunitario
y el avistamiento de aves, considerando el gran potencial,
al ser Colombia el país con mayor cantidad de especies
diferentes de aves del mundo, cerca de 2000.
La Asociación está posicionada, reconocida y premiada
a nivel regional, sirviendo de ejemplo de organización y
asociatividadconenfoquedegénero,hemosdesarrollado
proyectos interesantes que nos han permitido aprender y
extender tecnologías como los Biodigestores plásticos de
flujo continuo, de donde nos quedó un “fondo rotatorio”
compuestodeunpocodedineroyplástico,parafacilitarla
construcción de esta tecnología en las fincas, como pozo
séptico y para el manejo de excretas animales, producir
gas para cocinar y abono. Esta actividad, en alianza con
la Red Colombiana de Energía de la Biomasa, RedBioCol,
de la cual, hacemos parte, junto a aproximadamente 40
organizaciones más.
A finales de año pasado ganamos una convocatoria
realizada por Fondo Lunaria, con el proyecto “Pedagogía
para la defensa del territorio frente al proyecto
megaminero La Colosa”.
La Colosa pretende ser la mina de oro a cielo abierto
más grande del mundo y es apoyada por el estado en su
modelo de “desarrollo” extractivo que ha denominado
“la Locomotora minera”. Como campesinas y Asociación
nos oponemos a dicho proyecto y gracias los recursos
logrados con Fondo Lunaria, logramos sensibilizar buena
parte de la población municipal, urbana y rural, apoyadas
en jóvenes, principalmente mujeres entre 16 y 29 años,
culminando con la movilización más grande que ha
ocurrido en nuestro municipio, que llamamos “Primera
Marcha Carnaval contra la megaminería”, aspirando a
una pronta Consulta Popular.
Nuestros logros
• Se ha logrado mejorar la forma de relacionarnos
y trabajar en equipo, con metas comunes y
respeto, aprovechando las destrezas propias y
colectivas.
• Se han incrementado los ingresos económicos y
creado un fondo rotatorio para créditos.
• Se han fortalecido las capacidades de las
mujeres y sus familias en diversas áreas, a
través de cursos, talleres, técnicas.
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6. • Se han implementado tecnologías innovadoras
y buenas prácticas como: biodigestores,
aboneras, recuperación de semillas locales,
comidas tradicionales, manejo de residuos,
huertas, milpa, sagú, chachafruto, maíces.
• Creación del “Willys tour” que es un recorrido
por la cultura cafetera en las fincas de las
asociadas, empoderando las familias.
• Defensa del territorio frente a amenazas como
por ejemplo la megaminería.
• Sensibilidad de la población, enfatizando en
jóvenes mujeres entre 16 y 29 años, frente
al territorio, el medio ambiente, la violencia
contra las mujeres y la legislación vigente, y
participación en sonar nuestro propio programa
de desarrollo a diversas escalas.
• Reconocimiento a nivel local y departamental,
ejemplo para los demás municipios (el
departamento está promocionando
asociaciones de mujeres con tiendas de café
en cada municipio que son capacitadas y/o
motivadas por nosotras) e incremento de la
AUTOESTIMA de cada una de las asociadas y sus
familias.
Nuestros desafíos
• Lograr comercializar todo el café de las
fincas de las asociadas, tostado y por libras,
a precio justo, en mercados nacionales e
internacionales.
• Aprender a exportar nuestro café con toda la
historia y trazabilidad atrás de cada taza.
• Posicionar nuestras marcas registradas “Café
Mujer” y “Café con aroma de mujer” y que
se reconozcan por el trabajo asociativo, el
cuidado de los recursos naturales, la equidad...
que cuando alguien tome una taza de “Café
Mujer”, esté seguro que lo que pagó llega a la
asociación y a la productora y su familia.
• Incrementar la oferta de productos procesados
de las fincas, los trueques y la economía
agrosolidaria.
• Mejoramiento continuo y trabajo hacia el
desarrollo interno y valores como seres
humanos, mujeres gestoras, empoderadas, con
equidad, autoestima, excelencia.
• Fortalecer el agroecoturismo, desarrollando el
turismo comunitario, incluyendo avistamiento
de aves y la oferta de alternativas interesantes
para los jóvenes que serán relevo generacional.
• Lograr un comodato u obtener un sitio
propio (tienda de café), para no tener que
estar dependiendo del alcalde de turno y sus
conveniencias.
• Hacer lo necesario para que asociadas y familias
crezcan como personas, en sus sueños y logros,
accediendo a salud, educación, oportunidades,
recursos y alimentos de calidad.
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7. El mismo proceso de dispersión de hijos e hijas de
África en las Américas dio lugar para construir
unidades organizativas, se replicó en la esclavitud y
en la libertad. En la esclavitud se formaban en barracones
de las minias y comunidades plantacionistas, y en la
libertad los palenques o quilombos.
Dentro de cada una de estas unidades organizativas se
estructura la familia ampliada; es decir, la organización
es constante y natural en el pueblo africano disperso en
las Américas. Así se organizó para las luchas por la vida,
libertad, tierra, territorio y en últimas décadas (Siglo XXI)
por la promulgación de sus derechos.
Una de estas organizaciones es la Coordinadora Nacional
de Mujeres Negras (CONAMUNE), Red de Organizaciones
provinciales de mujeres afroecuatorianas, mujeres
que apuestan la búsqueda de estrategias trabajando
colectivamente en “Cochita Amorosa”, investigando,
conversando y escuchando a los y las guardianas de
la memoria oral, recibiendo y trasmitiendo saberes,
conviviendo, practicando y compartiendo en la familia,
comunidad.
En la década de los noventa del Siglo XX, el movimiento
afroecuatoriano se rejunta a pensar cómo fortalecer
la organización nacional, pensado columna vertebral
e hilo articulador de derechos. En este contexto nace
Coordinadora Nacional de Mujeres Negras, organización
de carácter nacional conformada por organizaciones
de mujeres, provinciales y regionales, amparada en la
constitución de 1998, reconoce a un Ecuador diverso.
Para el surgimiento y progresión de la CONAMUNE,
agencian estrategias, tanto para su constitución
organizativa y perdure en el tiempo, a través de
encuentros y diálogos de mujeres, y negociaciones
políticas.
Encuentros y diálogos de las mujeres
Los diálogos a través de encuentros, han sido para
la CONAMUNE la estrategia más efectivas para el
fortalecimiento en el recorrido se efectuado cinco
congresos nacionales.
Primer Congreso. Bajo el lema de “Las mujeres negras
también somos país”, bajo el paraguas de la Constitución
del Ecuador del 1998, que reconocía al Ecuador es un país
diverso (art. 1), otro de los fundamentos, es Conferencia
Mundial de Durban. Reconocidas lideresas empieza a
discutir sobre sus derechos, en el contexto del estado
nación llamado Ecuador.
Y convocan a mujeres afroecuatorianas al I Congreso
Nacional de Mujeres. Evento se llevó a cabo en
Ambuquí (Valle del Chota), provincia de Imbabura, del
11 y 12 de septiembre de 1999, acuden 140 mujeres
afroecuatorianas de 8 provincias (Esmeraldas, Los Ríos,
El Oro, Guayas, Carchi, Imbabura, Pichincha, Sucumbíos,
Orellana, Pastaza).
En mesas de trabajo reflexionan sobre problemas e
inequidades que afectan a la mujer afroecuatoriana:
etnia, cultura, educación, salud, pobreza, empleo,
violencia, participación política y organización, temas
que luego constituyeron ejes de la “Agenda Política de
Mujeres Negras del Ecuador” (2000).
Segundo Congreso. Se reunieron a dialogar sobre sus
derechos en Tonsupa, Esmeraldas, inspiradas en el lema,
“De cada semanilla que cae nace una cimarrona y de cada
cimarrona nace una esperanza”, la base de discusión es
la agenda política de mujeres negras.
Tercer Congreso Nacional. Se desarrolló en Tonsupa,
Esmeraldas en el año 2006, el trabajo se inspiró “Tejiendo
sueños y ejerciendo derechos”, la participación de las
mujeres, conscientes de que la lucha, por la exigibilidad
de los derechos.
Cuarto Congreso Nacional. Este encuentro se desarrolló
en el año 2008, Ibarra provincia de Imbabura recibió
mujeres negras para la cita nacional, motivadas
“Cimarronas hacia la autodeterminación de sus
derechos”.
Quinto Congreso Nacional. La cita de las “Cimarronas por
el Reconocimiento, Justicia y Desarrollo”, fue del 17 al 20
de Noviembre de 2016, Hostería La Quinta - Valle de los
Chillos – Quito, Ecuador, el objetivo del encuentro fue
buscar estrategias.
Nuestros logros
En el proceso de los 18 años de vida del quehacer
organizativo de las mujeres, la Coordinadora Nacional de
Mujeres Negras tiene los siguientes avances:
• Organización fortalecida que se fundamenta
en dos agendas políticas nacionales de mujeres
negras 2000 y 2006 y la agendas políticas
de mujeres afroecuatorianas regionales y
provinciales 2015 (Imbabura y Carchi, Pichincha,
Sucumbíos, territorio ancestral Esmeraldas.
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Coordinadora Nacional de Mujeres Negras
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8. • La organización está articulada, con un enlace
a la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas,
Afrocaribeñas y de la Diáspora (RED MAAD).
• La ampliación y visibilización y empoderamiento
de la red de mujeres en 15 provincias del país,
con significativa población afroecuatoriana.
(Carchi, Imbabura, Pichincha, Tungurahua,
Azuay, Esmeraldas, los Ríos, Guayas, El Oro,
Santa Elena, Santo Domingo de Tsachilas,
Sucumbíos, Orellana, Pastaza, Napo.
• En el transcurrir de tiempo en el seno de las
organizaciones y en particular la CONAMUNE,
da cuenta que los problemas que afectan a las
mujeres son estructurales, por tanto deben ser
orientados a la solución desde las instituciones
del estado a través de la ejecución de políticas
públicas, es así que se han ocasionado
acercamientos con instituciones nacionales,
Asamblea Nacional, con el grupo de asambleísta
afrodescendiente y el Ministerio Educación,
concretamente con el tema de la etnoeducación
afroecuatoriana.
Nuestros desafíos
• Los retos asumidos y planteados desde
la organización es entablar diálogos con
la institucionalidad del Estado y con la
Cooperación internacional, sin perder de vista
Insertar en la mesa de diálogos la ancestralidad
como filosofía y el hilo conductor de la
propuesta de derechos como política pública,
en educación con identidad o etnoeducación,
la salud (Drepanositosis), al derecho a una
alimentación saludable y segura, a vivir en paz,
sin violencia, discriminación e inequidades, a la
participación política, donde la mujer hable con
vos propia para la exigibilidad de sus derechos.
• Uno de los retos más relevantes es palear la
pobreza, sistémica, estructural que atraviesa
todo derecho de la mujer, por tanto la apuesta
de regresar la mirada a la “Madre Tierra”
implementando un armatoste de cultivo,
producción, consumo y comercialización. Y es
así que el sistema se fundamenta en la tierra
ancestral de la “Huerta de la abuela”.
• La comercialización también está adscrita a
la práctica ancestral del “Cambeo u trueque”,
utilizando los productos de la misma huerta.
• Que es una práctica de sobrevivencia que
hasta ahora se mantiene en las comunidades
de donde viven y provienen las mujeres de
quienes hacemos referencia en la propuesta
organizativa.
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9. La Unión de Palmeadoras de la Heroica Ciudad de
Tlaxiaco se conforma por 89 integrantes originarias de
14 comunidades del municipio de Tlaxiaco, ubicado
en la región de la mixteca alta del estado de Oaxaca en
México, quienes se dedican a la elaboración y venta de
tortillas artesanales suaves blancas, azules, amarillas,
rojas y con trigo.
La mayoría (58) radican en la cabecera municipal, el
resto viven en agencias municipales y núcleos rurales.
Sólo 32 hablan mixteco pero la gran mayoría (85) se
autoadscriben como mixtecas.
Más de la mitad (47) viven en pareja y el resto (42) no. Un
buen número de ellas (45) se consideran las proveedoras
principales de sus hogares, mientras que el resto
comparten esta responsabilidad con sus parejas u otros
integrantes de la familia. El gremio se integró a comienzos
de los años noventa, por esas fechas adoptaron el
nombre de Unión de Palmeadoras, la actividad de hacer
tortillas se desarrolla de manera individual pero su
representación es colectiva.
El propósito inicial del proceso organizativo fue
estandarizar el precio y tamaño de la tortilla, así como
hacerlefrentealasvariacionesenelpreciodelamolienda
de nixtamal (maíz cocido en solución alcalina), insumo
importante para la elaboración de tortillas artesanales.
La molienda del nixtamal se realizaba en esos años por
un gremio de molineros, quienes de manera arbitraria
decidíanelpreciodelamolienda,estasituaciónincomodó
a las mujeres por lo que decidieron unirse para negociar
el alza de los precios. Los molineros buscaron incidir para
que estandarizaran el tamaño de la tortilla, sin embargo
las mujeres estuvieron en desacuerdo ya que el tamaño
de la tortilla es variable y depende de la habilidad de
cada mujer durante el proceso de su elaboración.
La organización permitió hacerle frente a discriminación
étnica o pleitos que vivían las mujeres en sus espacios
de venta, así como defender esos espacios para ser
asignados a otras compañeras que se incorporaran a la
actividad. La Unión no tiene una figura jurídica como
tal, pero sí el reconocimiento social de la población del
municipio. A partir del 2011 el comité a cargo diseñó su
logotipo y uniforme que les permite distinguirse en sus
espacios de venta.
Ese mismo año establecieron contacto con las dos radios
locales: la Poderosa y la XETLA la voz de la mixteca,
donde participan de manera intermitente para hacerle
promoción al producto que elaboran.
Desde el 2014, cada ocho de octubre celebran el día de la
palmeadora, en esa fecha realizan una comida conviven
entre ellas y hacen una peregrinación al templo católico;
durante el recorrido regalan tortillas a las personas que
salen a observarlas a las calles, con el propósito de darse
a conocer entre la población de Tlaxiaco.
En el 2015 organizaron la visita de Lila Downs con la
ayuda de las estaciones de radio donde participan.
Actualmente se han vinculado con la organización Red de
Amaranto y puente a la salud, que se dedica a la defensa
del cultivo de amaranto, quienes las han capacitado en la
elaboración las tortillas hechas de maíz y amaranto, las
cuales están posicionando en el mercado local.
Las mujeres utilizan una diversidad de maíces nativos
blancos, azules, amarillos y rojos que adquieren
principalmente de los campesinos de la región, de esta
manera son importantes consumidoras y movilizadoras
de la producción local de maíces y al mismo contribuyen
a su conservación in situ.
Aunque estos maíces no son suficientes por lo que se
ven en la necesidad de adquirir maíces híbridos que
abastecen tiendas particulares y DICONSA (empresa
estatal). Actualmente sus representantes son: presidenta
Petra Cruz González, suplente Luisa Gómez San Juan y
secretaria Yesenia Méndez García.
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Unión de Palmeadoras de la Heroica Ciudad de Tlaxiaco
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10. Nuestros logros
• La existencia de la Unión ha favorecido
la incorporación de mujeres de distintas
localidades del municipio que se caracterizan
por ser mixtecas que hablan su lengua materna
el mixteco y como segunda lengua el español.
Este logro es importante ya que a estas mujeres
por su origen étnico no se les permitía vender
en los espacios de mercadeo y continuamente
eran agredidas verbalmente; su incorporación
a la Unión les permitió tener un espacio y
disminuir este tipo de agresión.
• En los últimos años han proliferado las
tortillerías mecanizadas en distintas partes del
municipio incluso han intentado ser instaladas
en los áreas de venta de las palmeadoras
situación que afecta la venta de tortillas
artesanales. Ante esto, las mujeres decidieron
asistir de manera conjunta ante diversas
instancias municipales logrando evitar la
instalación de dos tortillerías en sus sitios de
venta.
• Actualmente el comité y distintas integrantes
del gremio asisten a programas de radio tanto
en la Poderosa de Tlaxiaco como en la XETLA la
voz de la mixteca para promocionar sus tortillas
como un producto culturalmente apropiado
y de calidad, resaltando la importancia de su
actividad para la economía local del municipio y
el consumo-conservación de maíces nativos.
Nuestros desafíos
• Lograr un mayor y genuino reconocimiento
por parte de las autoridades locales de tal
manera que cuando se tengan que tomar
decisiones respecto a los espacios de venta o
con la instalación de tortillerías, ellas puedan
participar en la toma de decisiones y así reducir
la brecha de género en este contexto.
• Emanciparse del control de grupos políticos
que buscan obtener provecho de ellas cuando
existen elecciones ya que por lo regular buscan
fraccionar la Unión.
• Obtener beneficios personales de sus
ventas es decir pensar más en ellas, ya que
continuamente lo obtenido a través de las
ventas lo invierten en el cuidado de la familia.
• Reposicionar su actividad como trabajo
productivo que tiene incidencia no sólo al
interior del grupo doméstico sino como parte
de la seguridad y soberanía alimentaria del
municipio.
• Mejorar sus condiciones de trabajo a través de
tecnologías más apropiadas; participar en ferias
relacionadas con productos alimentarios fuera
de la región mixteca.
• Empoderarse a través del desarrollo de
capacidades en otras áreas distintas a las que
trabajan, con el propósito de que tengan acceso
a otras opciones de trabajo y remuneración.
mujeres con derechos
11. El proyecto Mujeres y maíz nació en 2008 como
una respuesta a la crisis alimentaria que se estaba
“develando” en México en 2007 con lo que se llamó
“el tortillazo”. Al mirar tierra adentro encontramos
mujeres que trabajando día a día mantienen vínculos,
cultivos, trabajo de cuidado y saberes que son los que
nos permiten hacer puentes entre el campo y la ciudad.
Tienen la capacidad para alimentarnos a todos y cargan
con todo, convirtiéndose en el punto más frágil de las
“crisis alimentarias” en las que el sistema nos sumerge.
La producción de alimentos tiene costos muy elevados
en los espacios rurales que no se cuentan: el desgaste
de la tierra, la contaminación y escases del agua, el
menosprecio del campo, en los campesinos y sobre todo
en las mujeres campesinas y sus cuerpos. No se reconoce
lo importante de sus saberes bio-culturales, la fuerza de
trabajo que ellas incorporan al sistema de producción es
completamenteinfravalorada,muchomenossereconoce
todo el trabajo de cuidado que día a día realizan, ni ellas
mismas, ni sus familias o comunidades, mucho menos
por el resto de la sociedad. Las mujeres campesinas no se
pueden enfermar, no se dan tiempo de descansar, tienen
que seguir sosteniendo la vida, resistiendo.
Hablar de la preparación de alimentos es referirnos
básicamente al trabajo de las mujeres, tanto lo que
preparan para sostener a sus familias como el que
hacen para vender. Hablar de preparación tradicional
de alimentos nos hace referencia a las historias que
no se ven, que no se reconocen, a las diferencias que
se convierten en injusticias, en cuerpos cansados y
debilitados disfrazados de fortaleza, en invisibilidad
y por supuesto, en la perdida de saberes ancestrales y
dignidad.
El espacio donde las mujeres son
Las mujeres son las que elaboran los alimentos de maíz
y, como en casi todo el mundo rural, utilizan fogones
tradicionales que tienen serias consecuencias en sus
cuerpos que además causan altos gastos económicos y
repercuten fuertemente en el ambiente (emisión de CO2
y tala de árboles).
La apuesta de Mujeres y Maíz es colaborar en la
transformación de estas realidades poniendo en el
centro a las mujeres, su día a día, sus saberes, su trabajo
y la revaloración de todo lo que ellas son.
Frente a este contexto, ¿qué proponemos? Transformar
los espacios de las mujeres a través de reflexiones,
acciones y tecnologías apropiadas al contexto y sus
necesidades más sentidas. Nuestro primer paso es
construir fogones ahorradores de leña de manera
participativa, aprendiendo juntas el funcionamiento del
mismo y sus características técnicas básicas para su buen
funcionamiento.
Estos fogones han sido el pretexto para empezar a
reunirnos, conocernos, reconocer nuestras necesidades,
pero también nuestras fortalezas. A partir de allí
abordamos distintos temas desde la comercialización, la
alimentación,lasalud,laespiritualidad,nosreconocemos
entre mujeres a partir de estos espacios de encuentro.
Así como el trabajo, saberes y cuerpo de las mujeres
han sido invisibilizados, no reconocidos y no valorados;
también ha pasado con los espacios en donde las mujeres
pasan la mayor parte del tiempo: la cocina.
La cocina es el espacio donde se elaboran los alimentos,
también donde la familia convive y pasa la mayor parte
del tiempo durante el día; normalmente se trata de
espacios construidos con materiales de desecho, son
oscuros y poco ventilados. Es por ello que dignificar el
espacio de la cocina significa dignificar a las mujeres;
tener un espacio luminoso, fresco, agradable y bonito
es clave para el bienestar de las mujeres y sus familias,
en este sentido iniciamos la búsqueda para comenzar a
construir espacios que cumplan con estas condiciones
y que además, nos permitan aprender a trabajar en
comunidad.
Junto con el equipo del Programa VACA A.C. en 2016
realizamos la construcción de un centro comunitario
nombrado por las mujeres como “La casa de barro” y
cuatro cocinas.
Historias de #MujeresRurales
en América Latina y el Caribe
Concurso regional de relatos y experiencias
de mujeres rurales y sus organizaciones.
mujeres con derechos
CATEGORÍA experiencias de organizaciones
Construyendo cocinas para reconstruir dignidad y comunidad
méxico
menciones
honrosas
12. Construcción comunitaria sostenible
Programa VACA A.C. es una plataforma de construcción
comunitaria con materiales y técnicas regionales para
el combate a la pobreza habitacional en zonas rurales y
territorios indígenas a través del diseño participativo e
incluyente y pluralista.
Trabajamos de la mano de otras organizaciones (En este
caso Mujeres y Maíz) que tienen proyectos productivos
que atacan diversos frentes; Apoyando los procesos
organizativos que cuentan ya con trayectoria de
resultados con la construcción de espacios colectivos e
individuales que permitan una nueva línea de desarrollo
que acompaña el trabajo previo de los colectivos y
los dota de espacios que mejoren las actividades que
realizan.
Mediante la construcción comunitaria buscamos la
transferencia tecnológica para grupos vulnerables.
Principalmente trabajamos con mujeres y niños,
modificando sistemas, escalas y técnicas de edificación
para acomodarse a la realidad específica de estos grupos
humanos.
Voluntarios y comunidad construyen juntos los espacios
que se diseñan a través de procesos participativos;
evitando así el asistencialismo que suele acompañar
a la construcción en comunidades: La participación es
una forma que permite la apropiación unida al esfuerzo
constante que supone edificar los espacios que les
pertenecerán.
Ofrecemos una dinámica de aprendizaje en campo
que permite una relación directa entre voluntarios y
comunidad; generando la transferencia de métodos
de construcción sostenibles que son una respuesta
asequible, sustentable y replicable. De esta manera
tanto comunidades como voluntarios (en su mayoría
arquitectos, diseñadores e ingenieros) pueden llevar este
conocimiento a su área de trabajo.
Implementamos técnicas de fácil replicabilidad y
utilizamos la construcción solidaria como escenario
para la enseñanza de la arquitectura sustentable.
Además utilizamos la belleza como herramienta para la
apropiación de los espacios, resultando en arquitecturas
únicas que responden a las necesidades particulares de
las personas a las que sirven.
En febrero y marzo del 2016 construimos en conjunto
con el Colectivo de mujeres de Amatenango del Valle,
Chiapas y Mujeres y Maíz un espacio comunitario (La
Casa de Barro) y 4 Cocinas Familiares. Cada una de estas
edificaciones está diseñada y construida respondiendo
a las necesidades específicas de los espacios y sus
usuarios. Las mujeres beneficiarias y sus familias
participaron activamente en todos los procesos; A través
del diseño participativo pudimos encontrar en conjunto
las necesidades y condiciones específicas de cada una de
las actividades a realizar en los espacios para conseguir el
programa Arquitectónico.
Durante la construcción las mujeres apoyaron al equipo
a construir y a preparar los alimentos para todas las
personas participantes. Durante los dos meses que
duró esta experiencia las familias y colectivo debieron
organizarse y hacer uso de las herramientas de
participación intercultural que se han desarrollado con
el acompañamiento de Mujeres y Maíz. Si bien el tipo
de trabajo e intensidad del mismo es distinto al trabajo
que realizan con esta organización las herramientas y
capacidades desarrolladas a través de los años de trabajo
en conjunto facilitaron e hicieron posible la construcción
de más de 250m2
en total, resultando en 5 espacios
únicos que han detonado nuevas dinámicas económicas
y sociales así como un nuevo reconocimiento desde la
comunidad amplia hacia las mujeres del colectivo junto
con un auto reconocimiento de las propias integrantes.
La Casa de Barro y las 4 cocinas comunitarias son un
ejemplo de éxito en la implementación de nuestra
metodología, basada en la interacción, la organización
y construcción comunitaria con materiales y técnicas
regionales mejoradas.
A través de los años Programa VACA ha logrado acumular
conocimientos técnicos probados que juntos consolidan
un catálogo de soluciones híbridas que permiten acercar
el conocimiento de la construcción natural a todos los
contextos y grupos humanos; mediante la construcción
de un manual para la edificación con mujeres y niños
(Soft Building: Construir con mujeres para el desarrollo
integral sostenible), logramos ofrecer herramientas que
permiten transformar la visión de las personas
dedicadas a laconstrucciónacercadeelinvolucramiento
y capacidades de estos grupos para la transformación
integral de sus comunidades.
mujeres con derechos