Chacabuco Cultural Nro 44 Noviembre 2018

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“Describe tu aldea y describirás el mundo...” - Tolstoi
El Periódico Barrial de Parque Chacabuco
Chacabuco Cultural
En esta
publicación
-Página 2:
Editorial:
¿De qué hablamos
cuando hablamos de
“calidad educativa”?
Por Adrián Placenti
- Página 4:
Agenda Cultural
La línea nos cuenta
Por Viviana Agosti
-Página 6:
Hábitos saludables:
Somos lo que come-
mos
Por Agustina Cle-
mente
-Página 7:
De tangos y penta-
gramas:
La melodía
- Página 8:
Ayer y hoy:
Zelarrayán y Puan
“Describe tu aldea y describirás el mundo...” - Tolstoi
El Periódico Barrial de Parque Chacabuco
Chacabuco Cultural
Comenzó la primavera y
empezamos a ver el Parque
Chacabuco diferente, con sus
colores, flores que asoman y
niños con familias jugando,
recorriendo los espacios ver-
des y disfrutando.
Es importante no perder
esos momentos también para
Son las mismas carreras
que las generaciones ante-
riores realizaban sobre el
asfalto de calles sin tránsito
(esto era posible entonces),
la playa de algún lugar de
Como parte de la comuna
7 la Plaza Don Segundo
Sombra, ubicada en Santan-
der al 2300 del barrio de Flo-
res, conmemora una tradi-
ción de la literatura gauches-
ca, obra del reconocido escri-
tor Ricardo Guiraldes. La
novela recuerda al legendario
veraneo o la tierra pelada del
fondo de una casa chorizo.
En aquella época las ju-
gueterías ofrecían modelos
de las cupecitas de Turismo
de Carretera, Fórmula 1 u
otros autos, realizadas en
plástico soplado. A diferen-
cia de los autitos de metal
(ostentosos y caros) que an-
tes ofrecía la industria del
juguete, estos eran huecos y,
por eso, permitían agregarles
masilla en el interior para
que pesaran más y tuvieran
una mejor “tenida”.
Continúa en pág. 3
ofrecer otra actividad, una
actividad placentera, única y
que puede ser compartida;
esa es leer. Sí, leer un libro,
un libro de la biblioteca per-
sonal o de una biblioteca de
la escuela o pública.
En medio de una crisis
cultural que se vivencia en lo
cotidiano, nos sorprendería-
mos al ver que cada vez son
más los niños y niñas que
buscan trascender, con su
libro en mano, de las paredes
de la escuela, para ir a reali-
zar sus lecturas en diferentes
espacios.
Continúa en pág. 4
personaje de la novela homó-
nima del autor.
Se trata de su obra supre-
ma, de su vida donde descri-
be la vida de esos gauchos
que poblaron su infancia y
formaron parte de su crea-
ción literaria.
. Continúa en pág. 5
Juego de mayores con autitos impulsados a mano, como en los viejos tiempos.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Comuna 7 - Parque Chacabuco - Año VII - Nro. 44 - Noviembre 2018
DISTRIBUCIÓN GRATUITA - Tirada: 2000 ejemplares (ISSN 2250-6349)
Actualidad barrial
Autitos con cuchara y masilla
Por Horacio Galacho
Universo escolar
Leer en distintos espacios
Por Lorena Almirón
El Rincón Literario
Segundo Ramírez
Por Silvia Gabrielli

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Chacabuco
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Liliana Dávila
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Creación del medio
Marzo de 2012
Editores
Liliana Dávila
Adrián Enrique Placenti
Equipo de redacción
Viviana Agosti
Mariela Méndez
Silvia Gabrielli
Horacio Galacho
Colaboradores
Agustina Clemente
Lorena Almirón
ISSN 2250-6349
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5353163
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Cuando escuchamos decir
que se apuesta a la educación
y nos encontramos con situa-
ciones como la que voy a
ocuparme en esta editorial,
me pregunto cuánto hay de
“marketing” y construcción
de un relato por un lado, y
cuánto de realidad por otro
lado. Como en todos los
grandes temas de nuestro
país: seguridad, cultura, salud
y por supuesto educación. Y
yo creo que las respuestas las
encontramos en las
“pequeñas grandes cosas”
que suceden a diario.
“El tranvía de caballito”,
es un jardín de infantes esta-
tal del Distrito 8vo (Caballito
-Parque Chacabuco) que
cuenta con 7 salas en el turno
mañana. 2 de esas 7 salas
están situadas en otro edifi-
cio, alejadas de la conduc-
ción y del resto de la escuela.
Por la tarde hay 7 salas más
en las mismas condiciones.
Las salas en cuestión son
numerosas en cantidad de
alumnos: llegan a 30. Es una
tarea enorme para una maes-
tra jardinera encargarse de 30
alumnos simultáneamente
(estamos hablando de niños
de 2, 3, 4 y 5 años). Y por
supuesto que si queremos
hablar de calidad educativa la
tarea no es enorme: es impo-
sible. Es por eso que existe la
figura de la celadora, quien
acompaña y ayuda a la maes-
tra en sus tareas. “El tranvía
de Caballito” tiene solamente
1 celadora en sala de 2 por la
mañana y 1 celadora en sala
de 2 por la tarde. La conduc-
ción del colegio hace años
que pide que nombren más
celadoras sin ser oída por las
autoridades. Recientemente
los padres de los niños están
elevando una carta a la Mi-
nistra de Educación pidiendo
se atienda este problema,
carta que llegó a nuestras
manos y que reproducimos a
continuación. Esperemos que
de una buena vez las necesi-
dades de nuestros niños sean
contempladas.
Buenos Aires 16 de octu-
bre de 2018
Sra. Ministra de Educa-
ción CABA
Supervisión de Jardines
Nuestros hijos concurren
al JIN E DE 8vo. y como
padres y adultos responsa-
bles de ellos nos preocupa
sobremanera la falta de re-
cursos humanos asignados
por la ciudad a nuestro jar-
dín.
En efecto, de las pobladas
7 salas en el turno mañana
(con matrícula de hasta 30
alumnos) solamente una de
ellas, la sala roja, cuenta
con 1 maestra celadora para
asistir al cuidado y la educa-
ción de nuestros hijos (en el
turno tarde pasa lo mismo).
Además dos de las salas es-
tán situadas en otro edificio
y las maestras carecen de
ayuda alguna a no ser que
alguien del equipo de con-
ducción se desplace hacia
dicho edificio.
Nos preguntamos enton-
ces, como una maestra con
30 alumnos puede atender,
por ejemplo, la más básica
necesidad de acompañar a
los niños al baño durante
toda la mañana y no des-
atender al resto del grupo. Y
esto es solo un ejemplo. Por
supuesto que esta necesidad
de acompañamiento a la
maestra se hace presente
también en el desarrollo de
las actividades pedagógicas:
hablamos de niños de edad
de Jardín de Infantes.
Estamos convencidos de
la importancia de la educa-
ción como elemento transfor-
mador para la sociedad y en
particular de la educación
pública: vemos a diario la
gran labor que desarrollan
maestras y personal directi-
vo de nuestro jardín.
Por eso solicitamos al
Ministro de Educación que
públicamente dice compartir
dicha apuesta a la educación
pública, que su acción no se
agote en palabras e incorpo-
re una maestra celadora pa-
ra cada sala de nuestro jar-
dín para el próximo año, el
año 2019, para atender y
brindar la educación de cali-
dad que nuestros hijos mere-
cen.
Estamos en conocimiento
que la conducción del Jardín
viene solicitando maestras
celadoras desde hace 5 años
sin respuesta. Adjuntamos
asimismo fotocopia de carta
elevada por los padres de
Sala Azul hace un par de
meses atrás y que no ha sido
respondida por las autorida-
des del ministerio.
Sin otro particular saluda
atentamente padres y madres
de la escuela JIN DE 8vo.
AP
Chacabuco Cultural - Año VII - Nro. 44 - Noviembre - Página 2
Editorial
¿De qué hablamos cuando hablamos
de “calidad educativa”?
Jardín de Infantes “El Tranvía de Caballito”.
Nuestra Señora
de la Medalla Milagrosa
Domingo 25 de noviembre:
20:00 hs.: Procesión alrede-
dor del Parque Chacabuco,
por Emilio Mitre, Eva Perón
y Av. Asamblea hasta el
Templo.
Lunes 26 de noviembre:
22:00 hs.: Cantata Popular
Mariana
24:00 hs.: “Cumpleaños Fe-
liz” a la Virgen María.
0:15 hs.: Celebración de la
Eucaristía .
Martes 27 de noviembre:
Misas a las 7:30, 9:00, 10:30,
12:00, 14:00, 16:00, 17:30,
19:00 y 21:00 hs.
10:30 hs. Preside Mons. Gus-
tavo Carrara, 17:30 hs. Car-
denal Mario Poli y 19:00hs.
Mons. Ernesto Giobando.
Parroquia
Santa Isabel de Hungría
Domingo 18 de noviembre:
11:00 hs. Misa. Preside Car-
denal Mario Poli.
Procesión después de la Misa
Fiestas patronales en las
iglesias del barrio

Actualidad barrial
Autitos con cuchara y masilla
Viene de pág. 1
Se los podía pintar y de-
corar a gusto para hacerlo
parecer a los coches de Fan-
gio, Gálvez, Marimón, Reu-
temann, Traverso o algunos
otros ases de las pistas, que
eran los héroes deportivos de
cada época.
Para parecer mecánicos
avezados, había quienes se
abocaban a modificar los
autos. Recortaban guardaba-
rros, agrandaban los agujeros
donde iban los ejes para dar-
le “amortiguación” con una
ballenita de camisa, se ponía
un tubito para que el eje gira-
ra mejor, se cambiaban las
ruedas.
La máxima innovación
era agregarle una cuchara de
postre en la trompa y sacar
las ruedas delanteras.
La pregunta del millón es
¿para qué una cuchara delan-
te y no las dos ruedas? Estos
autitos no tenían las ruedas
alineadas, al lanzarlos, era
muy probable que no avanza-
ran en línea recta, más bien,
se desplazaban en un sentido
u otro. Como la idea es llegar
lo más lejos posible yendo
derecho, algún “ingeniero de
juguete” ideó el sistema de la
cuchara que hace que sea
más fácil hacer el tiro recto y
poder darle más fuerza.
Cuando estos juguetes
dejaron de fabricarse, a me-
diados de los 80 el juego de
los autitos decayó hasta desa-
parecer. Pero todo tiene re-
vancha. En 2005, un grupo
de nostálgicos memoriosos
se dispuso a reflotarla y or-
ganizó en el Parque Rivada-
via una competencia que tu-
vo un gran éxito. Tanto que
en 2007 una reconocida re-
vista de automovilismo aus-
pició un torneo con autitos
de Turismo de Carretera.
Al año siguiente, un ven-
dedor del Parque organizó
otro torneo, pero de F1 y con
más fechas. Así, la actividad
fue creciendo, hasta llegar a
fines de 2009, cuando se
plantearon discrepancias con
respecto a la organización y
fiscalización del campeonato
y eso dio lugar a que se fun-
dara APAMACO, sigla con
la que se reconocía a la Aso-
ciación de Pilotos de Autos a
Manocontrol en ese momen-
to. Así, a partir de 2010, se
inicia el camino que se viene
desandando.
En 2015, manteniendo la
sigla, el nombre se cambió a
Asociación de Pilotos de Au-
tos a Manocompetición, jun-
to a un nuevo impulso para
mejorar la estética de los bó-
lidos y establecer nuevas
regulaciones, mejorando los
reglamentos para que garan-
ticen que todos puedan parti-
cipar en igualdad de condi-
ciones.
Se puede decir que la la-
bor iniciática de la Asocia-
ción en el hobby, tuvo una
gran repercusión y motivó a
otros a fundar nuevas asocia-
ciones tanto en la ciudad co-
mo en la provincia de Bue-
nos Aires y el interior del
país.
Como una forma de her-
manarse, cada verano, en
Lezama, a 147 kilómetros de
Capital Federal, se disputa el
encuentro interclubes que
nuclean a todas las asociacio-
nes en una sola competencia.
Aquellos que quieren sen-
tirse niños nuevamente y
tengan ganas de participar de
las carreras sobre pistas tra-
zadas con tiza que organiza
APAMACO, pueden hacerlo.
Con acercarse los segundos
sábados de cada mes a partir
de las 9.00 en uno de los ca-
minos internos cercano a la
escuela Storni es suficiente.
No es necesario que trai-
gan su propio autito porque,
para comenzar, la Asociación
le puede facilitar uno para
que no se queden sin jugar.
Lo que hay que tener muy en
cuenta es que está estipulado
que cada fecha se dispute
con los vehículos permitidos.
Como hay cinco categorías,
cada una tiene su reglamento
particular.
En los reglamentos de
cada categoría se establecen
los tipos de autos a utilizar,
medidas mínimas y máximas
de largo, de trocha, medidas
de ruedas y tipos de decora-
ción. Las categorías repre-
sentadas son las siguientes:
Fórmula 1, Fórmula APA-
MACO, GTI (Gran Turismo
Internacional), TC (Turismo
Carretera) y Súper TC2000.
La estética de los autos, en
TC, STC2000 y F1 deben
representar a los equipos
que participen actualmente o
que hayan participado en la
historia de esas categorías en
el automovilismo real.
El dibujo de la pista de
cada fecha es similar a algún
trazado de autódromo nacio-
nal o internacional verdade-
ro. En la página web de la
Asociación está el calendario
y la categoría que se corre en
cada fecha donde, por lo ge-
neral, se homenajea a algún
corredor destacado.
Los campeonatos donde
es posible competir con los
mejores y obtener un trofeo,
son dos, Seniors y Juniors.
En el último, compiten chi-
cos de hasta 12 años que tie-
ne su clasificación aparte
aunque participan de la com-
petencia junto a los mayores.
Para poder tomar parte,
hay que pagar una pequeña
suma como inscripción para
solventar los gastos que de-
mande cada competencia y el
funcionamiento de la Asocia-
ción en general.
Lo destacable es que no
solo se quedan en “jugar a
los autitos”. APAMACO
participó y participa de cual-
quier evento solidario al que
sea convocado. En estos mo-
mentos, se encuentra tratan-
do de ayudar al Hogar Flore-
cer que se ocupa de chicos
con retraso madurativo.
En el pasado, ha organi-
zado colectas de ropa y ele-
mentos que sirvan para paliar
la situación de inundados,
ayudar a escuelas rurales, en
eventos en institutos educati-
vos, en fin, allí donde crean
que puedan aportar un míni-
mo granito de arena para dar
una mano. Con solo ponerse
en contacto a través del mail
(apamaco.info@gmail.com)
o las redes sociales, este gru-
po de personas intentara ayu-
dar en lo que sea necesario.
En la página www.apama
coweb.blogspot.com.ar los
lectores pueden enterarse de
cuáles son las actividades de
la Asociación y conocer sus
colecciones de autos, cam-
peonatos y demás detalles de
la actividad. Para palpar la
actividad de cerca, pueden
acercarse al Parque Chacabu-
co que serán bienvenidos.
Agradecemos a los entu-
siastas promotores de esta
idea que hoy conducen las
actividades del Parque: Ga-
briel Casanello, Fabián Mos-
sato, Marcelo Lauría. Ellos
nos han proporcionado los
textos y fotografías que for-
man parte de este artículo.
Los educadores atribui-
mos un gran valor para la
formación de la personali-
dad, la práctica de una activi-
dad que al tiempo que pro-
porciona esparcimiento, fo-
menta el compañerismo,
acerca el conocimiento técni-
co y exige el cumplimiento
de las reglas del fair play:
respeto por el competidor y
apego a normas racionales y
claras.
Los nuevos “autitos” son resultado de una intensa y elaborada acti-
vidad artesanal. Están realizados con materiales modernos y respe-
tan las características de los reales históricos.
Las carreras de autitos, .dan oportunidad para desarrollar amistades, establecer un sano compañerismo y
cultivar valores tan importantes como el respeto a las normas establecidas en los reglamentos.

Espacio Cultural
Adan Buenosayres
Bajo autopista,
alt. Eva Perón 1400
Sábados 10 a las 17, danza:
“Taller de Danza Contem-
poránea del Teatro Gral.
San Martín”.
Espacio Visual. Del 12 al
24: “Convergencias”. Artis-
ta: Renée Lagos.
Viernes 16, sábado 17 y
domingo 18 de 18 a 21.
“Festival de Jazz”.
Viernes 23 a las 20, música:
“Martín Alvarado de Flores
a Moscú”.
Domingo 25 de 12 a 19,
evento: “Buenos Aires Al-
ternativa”.
Viernes 30 de 11 a 13, tea-
tro: “Sangre, pasión por
Lorca: un encuentro con la
poesía, la música y el tea-
tro”. Presentado por el Cen-
tro de día TEO.
Todos los domingos de 16 a
20, “Práctica de tango y mi-
longa”.
Espacio visual. En la mues-
tra permanente “El nombre
del barrio”, de los artistas
Fabio Langellotti y Veróni-
ca Molina.
Polideportivo
Chacabuco (Bajo autopis-
ta, alt. Eva Perón y Puan)
1er
Piso
Coro Informal de Adultos
Mayores “Fortaleza”.
Lunes de 16 a 19.
Informes: 4921-5776
Coordinado por Alejo Disté-
fano.
Círculo Albidonés
Pje. Provincias Unidas 353
Sábado 24 a las 20. “Terre
D`Incanto”. Grupo A Figlio-
la , Música & Danza del sur
de Italia. Informes y reser-
vas: 4921-2375.
Agenda Cultural
Los adultos tendríamos
que estar más atentos a estos
momentos y ofrecerles a los
niños, niñas y jóvenes espa-
cios de lectura, regalarles
libros, compartir libros y/o
lecturas.
La escuela y la biblioteca
escolar, por medio de los
maestros/as y de los maes-
tros/as bibliotecarios/as ge-
neran espacios, estrategias y
acciones cada día de la jorna-
da educativa; en pos de que
los chicos se acerquen y ten-
gan en sus manos algún li-
bro. Por otro lado, también
se hace una oferta distinta, en
los títulos para que conozcan
una amplia gama de libros
según sus géneros.
En circunstancias como
las que estamos transitando,
la educación tiene grandes
posibilidades de generar una
acción diferente. Pero la edu-
cación no sólo entendida des-
de la escuela, sino también
desde las familias.
Educar en lecturas con
otros soportes es un desafío
no sólo de los docentes y
bibliotecarios; sino también
de las familias y de la socie-
dad en sí.
Sin dejar de lado que es-
tamos asistiendo al naci-
miento de una nueva infan-
cia, en que se ha colocado a
los niños casi, en una posi-
ción de igualdad con los
adultos. La escuela ya no es
el único ámbito de circula-
ción del conocimiento y mu-
chas veces está detrás de los
que los niños aprenden, en
otros espacios. Sin embargo,
no podemos caer en la nos-
Universo escolar
Leer en distintos espacios
Viene de pág. 1
La Biblioteca Nacional: leer en grande
Los nostálgicos y los
románticos, los tras-
nochadores y los ma-
drugadores, los poe-
tas y los contadores,
los sencillos y los
complicados, los lo-
cuaces y los reserva-
dos, escriben en Cha-
cabuco Cultural.
¡Mandá tu artículo!
talgia, hay que analizar la
realidad de los chicos de hoy,
desde nuevas perspectivas y
conceptualizaciones.
Optimizar los espacios de
acercamiento a la lectura es
necesario y vital para que
siempre los chicos tengan
una oportunidad para leer y
para estar en contacto con
los libros.
Otro espacio interesante
para que los chicos se acer-
quen con sus familias son las
librerías. En ellas hay lugares
para que puedan sentarse,
elegir un libro, leer y decidir
si lo compra o no. La diversi-
dad de textos es muy valiosa
y que los niños crezcan con
variedad literaria es un com-
promiso social de todos.
Por lo tanto, es sabido que
la lectura es una faceta del
proceso comunicativo global,
que adquiere una importan-
cia vital necesaria que el in-
dividuo en general, va madu-
rando. Nosotros entendemos
a la lectura como una activi-
dad cognoscitiva, que impli-
ca una relación constructiva
en la que interactúan texto y
lector. El lector construye
una representación mental
del texto, es decir partes po-
sibles del texto, que es una
de las representaciones posi-
bles del texto. Entonces la
lectura es la representación
del mensaje escrito a partir
de la información que pro-
porciona el texto, de sus ca-
racterísticas y de los conoci-
mientos del lector. No deje-
mos de lado este tipo de co-
municación en la era de la
digitalización. Leer siempre
es posible y su formato y/o
envase no hace que la misma
deje de ejercerse.
Lorena Almirón es Maes-
tra Bibliotecaria.
Espacio Cultural
Chacra de los Remedios.
Parque Avellaneda
Av. Directorio y Lacarra
Sábado 10 a las 20: “La No-
che de los Museos”.
Sábados 17 a las 17, cine:
“Hijos de la Guerra”. Micro
Cine Casona de los Olivera.
Sábados 17 y 24 a las 16,
comedia visual infantil:
“Troupe”. Playón Antiguo
Tambo.
Sábado 17 a las 17, música:
“Bailamos Rock & Roll -
Circuito Urbano”. Playón
Antiguo Tambo.
Domingo 18 a las 16: “El
agua vale más que el oro”.
Micro Cine Casona de los
Olivera.
Domingo 18 a las 16, circo:
“Ekilibrarte”. Compañía Cir-
co Muss. Playón Antiguo
Tambo.
Domingo 18 a las 19.30, tea-
tro callejero: Señoritas en
Concierto. Grupo Comedian-
tes de la Legua. Espacio
Abierto cercano a la glorieta.
Espacio Cultural
Marcó del Pont
Artigas 202 - Flores
Sábado 10 a las 20. “Noche
de los Museos”.
Miércoles 14 a las 19, cine:
“La Ola”.
Viernes 16 a las 20:30, tea-
tro: “No hay que llorar”.
Sábado 17 a las 16:30, títe-
res: "Fierro”.
Miércoles 21 a las 19, cine:
"La lengua de las mariposas".
Viernes 23 a las 20:30, tea-
tro: "El último Conventillo”.
Domingo 25, de 13 a 19: Es-
pacio visual: “Exposición de
escultura Fantástica”. Pablo
Ortelli.
Miércoles 28, a las 19, cine:
“Hoy empieza todo”.

El Rincón Literario
Segundo Ramírez y Segundo Sombra
Viene de pág. 1
Ricardo Güiraldes, nace
en Buenos Aires, en el seno
de una familia aristocrática,
el 13 de febrero de 1886.
Conoció diversos países de
Europa, América y Oriente,
instalándose mucho tiempo
en París. Allí descubrió la
vocación y decidió convertir-
se en escritor.
Sus padres viajaron a Eu-
ropa con el pequeño Ricardo
cuando tan solo contaba con
un año de edad, residirían allí
por cuatro años. Siendo él
muy pequeño aprendió fran-
cés y alemán. Por ese motivo
el castellano fue su segunda
lengua y en aquellos tiempos
sus lecturas infantiles y juve-
niles, estaban pobladas de los
hermanos Grimm, Julio Ver-
ne y Alejandro Dumas.
Cuando la familia Güiral-
des regresó a Buenos Aires,
alternaba su hogar en la ciu-
dad con largas estadías en La
Porteña, la estancia familiar
de San Antonio de Areco. De
tal modo, el futuro escritor
guardaría en su mente imáge-
nes de la tierra y del hombre
de campo que llevaría luego
a su producción literaria con
la intención de rescatar la
figura del gaucho como lega-
do cultural que sobrevive al
progreso.
A pesar de frecuentar am-
bientes socialmente eleva-
dos, nunca se alejó del cam-
po y la pampa fue el espacio
para su creación poética y
narrativa, donde, además,
supo entender como pocos
las costumbres y el ambiente
campero. Los gauchos y la
pampa fueron su infancia y
los que colmarían su obra.
En sus escritos se identifica-
ba con el medio y los perso-
najes de Areco que tanto
amaba.
En la actualidad la estan-
cia paterna “La Porteña”,
goza de cierta magia y pre-
ciados jardines de fines de
1800, cuenta con una galería
de árboles y con un gran par-
que rediseñado por el famoso
paisajista Carlos Thays. Aquí
se inspiró el poeta para escri-
bir su libro, Don Segundo
Sombra.
En el predio se alza la
casona blanca con altillo ro-
deada por glicinas. Del mis-
mo modo, gran encanto guar-
da el cuarto donde Güiraldes
pasó largas temporadas para
escribir parte de su obra.
Dentro de su habitación se
encuentra una escalera casi
oculta, que guía hacia El rin-
cón del poeta, identificado
así por estos días, para quien
lo visita. Se trata del que su-
piera ser su estudio por va-
rios años.
Además, sobre las históri-
cas hectáreas sigue vigente,
en pie, como esperándolo, el
cedro donde él escribía, bajo
su sombra. De la misma for-
ma se encuentra el pozo don-
de tiró parte de la primera
edición de sus cuentos ante
la respuesta de una crítica
adversa. En 1915, publica su
primer libro de poemas, El
cencerro de cristal y Cuentos
de muerte y sangre, pero la
crítica de la época no los re-
cibió bien.
Finalizada la Primera
Guerra Mundial, regresa a
París, allí escribió los prime-
ros diez capítulos de su no-
vela para luego terminarla en
Buenos Aires. “Don Segun-
do Sombra” (1926), fue su
obra magistral y con ella ob-
tuvo un éxito inmediato. El
escritor puso su ojo y pluma
en Segundo Ramírez, pueste-
ro y capataz de la estancia La
Porteña, quien trabajó allí
desde principios del siglo
XX.
La novela narra en prime-
ra persona la historia del jo-
ven Fabio Cáceres quien en-
cuentra a un maestro de la
vida en la figura de Segundo
Ramírez. En la novela se
narran los acontecimientos
de la vida de campo y sus
cotidianas faenas.
Para los intelectuales de
la época la trama del gaucho
era algo sumergido en el pa-
sado, pero Güiraldes lo rena-
ce universalmente con su
producción literaria de reco-
nocimiento latinoamericano.
El 8 de octubre de 1927,
fallece este gran novelista en
París. Sus restos son trasla-
dados al país y el féretro es
escoltado por los gauchos,
entre los cuales se contaba,
por supuesto, Don Segundo
Ramírez. Fue el encargado
de sepultarlo y darle su últi-
mo adiós, en San Antonio de
Areco. Al depositar el cuerpo
en su última morada, pronun-
ció su despedida:
─ Descanse en paz, patronci-
to.
Sin duda, al decir de Leo-
poldo Lugones, este es uno
de los casos más singulares
de la literatura universal, la
de un autor enterrado por su
personaje.
Hoy yacen próximos uno
al otro. El 20 de agosto de
1936 fallecía el famoso gau-
cho y fue sepultado a tres
metros de distancia de la
tumba de Don Ricardo. Am-
bos continúan tan cercanos
como compañeros que fue-
ron, de acontecimientos cru-
ciales de sus propias vidas.
Nota
La plaza de Carlos Ortiz
y Santander que lleva ofi-
cialmente el nombre del es-
critor Ricardo Güiraldes (a
que hace mención este ar-
tículo) pasó a llamarse
“Brian Aguinaco”. Fue por
iniciativa de la Comuna 7 en
homenajea a la memoria del
adolescente asesinado por
delincuentes en moto en la
esquina de Rivera Indarte y
Asamblea, el 24 de diciem-
bre del año pasado. Hay dos
detenidos procesados como
responsables del hecho.
La Comuna informó, por
otra parte, que esta nueva
designación, si bien justifi-
cada, tiene carácter proviso-
rio pues, que de acuerdo con
la normativa vigente cual-
quier cambio al respecto de-
be ser establecido por ley de
la Legislatura porteña.
El pozo de la estancia donde el escritor arrojara sus libros
cuando fue ganado por el desencanto.
Segundo Ramírez, hombre y personaje, en una foto que se con-
serva en la estancia La Porteña.
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Ya hemos estado hablan-
do de las características del
sonido. Y nos referimos a la
altura del sonido como aque-
lla característica que nos per-
mite reconocer y diferenciar
los sonidos agudos (finitos)
de los graves (gruesos). Sa-
bemos que la percepción de
esta característica depende
directamente de la frecuencia
de la vibración del objeto
sonoro: a mayor frecuencia
percibimos el sonido como
más agudo y a menor, como
más grave.
También explicamos co-
mo nuestra cultura ordenó las
alturas en siete escalones
sucesivos llamándolos do, re,
mi, fa, sol, la y si, de grave a
agudo. Lo que conocemos
como las notas del sistema
musical, nuestra escala musi-
cal.
Podemos entonces definir
a la melodía como una suce-
sión de distintas alturas que
en su conjunto conforman
una “idea musical” o estruc-
tura musical definida. Al ha-
blar de melodía lo entende-
mos como un fenómeno mu-
sical separado del acompaña-
miento musical, aunque des-
de ya, muchas veces están
absolutamente interrelacio-
nados entre sí.
Esa idea musical a la que
hacemos referencia, esa me-
lodía, posee su propio carác-
ter e impulso, lo que la hace
particular y reconocible. El
aspecto rítmico de la melodía
un complemento vital tan
importante como la sucesión
de alturas. Nos referiremos a
él en una próxima nota.
Algunas características de
la melodía y su diseño.
En nuestra música mayor-
mente las melodías se estruc-
turan en antecedentes y con-
secuentes, o podríamos lla-
marlo también preguntas y
respuestas. Y voy a dar ejem-
plos “tangueros” para su me-
jor comprensión. Pensemos
en “El choclo” y en la letra
de Discépolo/Catán. Pregun-
ta musical o antecedente:
“con este tango que es burlón
y compadrito”. Respuesta o
consecuente: “se ató dos alas
la ambición de mi suburbio”.
En cuanto a su diseño
propiamente dicho, encontra-
mos melodías que “van en
línea recta” o sea que repiten
la nota. Pensemos en “Al
compás de un corazón” de
Federico y Expósito: “Late
un corazón. Déjalo latir. “
Otras en cambio dan un
salto grande y característico.
Por ejemplo “Yuyo verde”
también de Federico y Expó-
sito: “Callejón, calle-
jón...lejano... lejano...”
Hay diseños melódicos
que en cambio van escalón
por escalón, o sea, por grado
conjunto como en “Mi Bue-
nos Aires querido” de Gar-
del: “el farolito de la calle en
que nací…fue centinela de
mis promesas de amor…”
que además en este caso va
en dirección descendente.
Otros diseños pueden ser
ondulantes como en
“Nostalgias” de Cobián y
Cadícamo. “Quiero emborra-
char mi corazón, para apagar
un loco amor que más que
amor es un sufrir...”
Y otros en cambio pueden
ser motivos ascendentes, que
dicho sea de paso, en el tan-
go son los menos frecuentes.
“Ave de paso” de Charlo y
Cadícamo. “Ha llegado el
momento querida, de ausen-
tarme...”
Además de estas conside-
raciones, también podemos
puntualizar que en los tangos
antiguos, el diseño melódico
es generalmente instrumen-
tal, obedeciendo a la lógica
de las posibilidades técnicas
del instrumento, realizando
por ejemplo arpegios.
Pensemos en “El choclo”,
o en “Unión Cívica” de San-
ta Cruz. Y que en los tangos
canción, el diseño usa gene-
ralmente más el grado con-
junto (la nota de al lado) con
un diseño más lírico, más
vocal como en “El último
Café” de Stamponi y Castillo
o ”Trenzas” de Pontier y Ex-
pósito por citar algunos.
La melodía junto a la poe-
sía conjugan en la canción
esa magia que llega directo
al corazón: aquello que los
autores y compositores qui-
sieron decir encuentran allí
un modo directo de expre-
sión.
Y para terminar una pe-
queña reflexión como para
subrayar la fuerza de la me-
lodía. El lenguaje coloquial
se basa no solo en el signifi-
cado de las palabras, sino
también en su entonación. Al
punto que una misma frase
con distinta entonación pue-
de significar algo opuesto.
Esa entonación es una suerte
de melodía que termina dán-
dole significado total a lo
que se quiere expresar. No en
vano algunos estudios en-
cuentran un origen común
posible en los orígenes de la
música y en los orígenes del
lenguaje articulado.
De tangos y pentagramas
La melodía
Fotograma de la Película "Cuesta Abajo"con Carlos Gar-
del y Anita Campello. Setiembre de 1934.
.
“ E l R I N C O N D E R O S I A N O ”“ E l R I N C O N D E R O S I A N O ”
PROGRAMA NETAMENTE TANGUERO
DOMINGOS DE 10 A 12
CONDUCCIÓN OSVALDO ROSIANO
ESTACIÓN QUINCE CINCUENTA
AM 1550 KHZ
POMPEYA, CUNA Y BARRIO DE TANGO
Noche de los Museos
10 de noviembre de 20 a 03hs
¡En la Comuna 7 hay mucho para ver!
Museo Kim Yun Shin - Felipe Vallese 2945
Espacio Cultural Marcó del Pont - Artigas 202
Escuela Museo de Bellas Artes Gral. Urquiza - Yerbal 2370
Asociación Amigos del Tranvía - Emilio Mitre 510
Círculo Albidonés - Pje. Pcias. Unidas 353 (altura Viel 1450)

Hábitos saludables
Somos lo que comemos
Por Agustina Clemente
Caminar por el barrio hoy
implica encontrarse con una
dietética por cuadra, ya son
parte del paisaje. ¿Qué fue lo
que pasó para que surja tal
proliferación? Al parecer,
cada vez más personas se
preguntan qué es lo que co-
men y cuáles son los efectos
que está causando en el orga-
nismo.
La comida se volvió un
tema crucial, pero también
una industria, un conflicto y,
para muchos, un cambio en
el modo de vida. Eso que
simplemente servía para ali-
mentar ya no es lo que era: la
mesa de los argentinos está
repleta de comida cada vez
de peor calidad, de eso no
hay dudas.
Muchos son los que nos
alertan sobre los efectos, de-
jando en evidencia las graves
consecuencias que el sistema
productivo industrial nos está
causando. No podemos mirar
para un costado. Todos sabe-
mos que las carnes cada vez
tienen más grasas saturadas,
están colmadas de antibióti-
cos y de Escherichia coli.
Los pollos y los huevos
no se quedan atrás: debido al
alimento y a su pésima crian-
za, contienen menos nutrien-
tes y más bacterias. Las fru-
tas y verduras están repletas
de agroquímicos. Y podría
seguir enumerando.
Por suerte, las dietéticas
son una especie de salvación
a toda esta crisis alimentaria
que nos toca atravesar. Hoy,
en cada local, nos encontra-
mos con personas que toda-
vía trabajan por un sistema
mejor, que apuestan a lo or-
gánico y a lo agroecológico,
lejos de los agroquímicos y
siempre en la búsqueda de
nuevas alternativas.
Las dietéticas del barrio
cuentan con infinidad de pro-
ductos: desde leches de soja
o de cabra hasta polentas
orgánicas; algunas ofrecen
bolsones de verduras, huevos
de “gallinas felices”, produc-
tos naturales de higiene per-
sonal y hasta asesoramiento
personalizado; en su gran
mayoría, son atendidas por
sus propios dueños. Conocen
los productos que te están
vendiendo, saben quiénes
son los productores y encima
te acompañan a sumergirte
en un mundo mucho más
sano y natural.
Hay que sacarse los pre-
juicios y probar. Yo era una
de las que jamás se había
animado a entrar a una dieté-
tica. Pero empecé a cuestio-
narme y me di cuenta que
cada vez hay más gente que
elige comer mejor, que deci-
de leer de qué está hecho
cada producto y evaluar qué
tan nutritivo es.
Anímense a probar, ade-
más de sentirse mucho me-
jor, van a descubrir inconta-
bles productos exquisitos.
Los precios difieren bastante
a los de productos comunes
pero la salud vale más, ¿no?
Todavía están a tiempo: es
una elección de vida.
Y sumado a las dietéticas,
como si fuera poco, domingo
por medio recibimos a una
pequeña feria orgánica en
una de las esquinas del par-
que (Av. Eva Perón y Emilio
Mitre). Varios productores
ofrecen mercadería sana,
natural y de gran calidad:
panificados, harinas y azúca-
res, frutas y hortalizas, le-
gumbres, semillas y arroces,
“Malcomidos”, un gran libro
de investigación de la perio-
dista y escritora argentina
Soledad Barruti, donde expli-
ca cómo la industria alimen-
taria argentina nos está ma-
tando. ¿Se animan a leerlo?
María Agustina Clemente
es periodista y Profesora de
Educación Primaria.
dulces, miel y variedad de
aceites.
Conocer cómo y de qué
está hecho lo que comemos
parece ser el único camino.
Es cuestión de tomar más
conciencia, dicen que
“somos lo que comemos”. Si
todavía no lo leyeron, para
empezar a sumergirse en este
mundo les recomiendo
El supermercado: buenas y malas tentaciones..
Lo mejor: comer variado. Todo lo variado que brinda la
naturaleza.

Ayer y hoy
Zelarrayán y Puan
Salimos a la caza del lugar pero al momento de obtener la imagen no tuvi-
mos la maestría de León Tenenbaum (1916-2006) el documentalista que entre
1952 y1995, en sus momentos libres, salía a fotografiar la ciudad.
Vimos las calles pavimentadas y pudimos reconocer algunos de los frentes
de las mismas casas, que antes había, modificados para responder al agregado
de nuevas habitaciones y de garajes para los autos de hijos y nietos.
Siguiendo por Zelarrayán, en la cuadra siguiente se encuentra en edificación
un enorme complejo de departamentos construidos sobre la estructura de la mí-
tica fábrica de cocinas y calefones Volcán, una empresa fundada en 1916,
No encontramos al lechero de la vaca ni a su predecesor, el lecherito colonial
de los tachos de cuero, ni a su sucesor, el del carrito con el caballo obediente
que seguía a su amo.
La foto está tomada del libro "Barrios, calles y Plazas” que publica la Direc-
ción de Patrimonio-del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El epígrafe di-
ce: ZELARRAYÁN AL 1800. 14 DE JUNIO DE 1953. Fotografía de León Te-
nenbaum. Museo Histórico Cornelio de Saavedra.
En la imagen, la calle Zelarrayán es la que corre hacia el fondo del cuadro y
la transversal es Puan. Puede verse la ochava de la esquina entre ambas calles,
por entonces de tierra. Y hay zanjones, profundos y negros que eran seguramen-
te escasos para desaguar esa zona del bajo Flores cuando llegaba la inundación.
En primer plano se desarrolla una escena típica de entonces: el lechero que
recorre las calles con una vaca (acompañada de su ternero) y la ordeña a la vista,
y luego los envases abollados de sus clientes, con el blanco y espumoso líquido.
¡Todos pensaban que había que tomar mucha leche para ser fuerte y sano!.

Chacabuco Cultural Nro 44 Noviembre 2018

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