El párroco comparte una reflexión sobre un pasaje de Ezequiel que contrasta la perspectiva de Israel sobre el pecado con la misericordia de Dios, quien no quiere la muerte del pecador sino su conversión. Aunque los egipcios también eran hijos de Dios, perecieron cuando Israel cruzó el mar Rojo. Jesús corrige esta percepción limitada de Dios y su voluntad de salvación para todos los pueblos. Solo mirando el Evangelio de Cristo podemos responder fielmente a la misión que Dios nos ha dado.